Giscard conmuta una pena de muerte
El presidente Giscard d'Estaing conmutó por cadena perpetua la pena de muerte que se le había impuesto al musulmán francés Moussa Benzahra, de cuarenta y cuatro años, por el asesinato de una anciana en Dijon.El presidente rechazó recientemente la petición de gracia para el condenado Christian Ranucci, de veintidós años, guillotinado el 28 de julio último por el asesinato de la niña de ocho años María Dolores Rambla, de origen español. Esta ejecución despertó en los últimos días una polémica entre partidarios y adversarios de la pena capital.
Benzahra «Harki» había sido considerado por el Tribunal de Cote d'Or autor del asesinato de Marguerite Jerome, de ochenta y tres años, en Dijon. Los psiquiatras aseguraron que el delincuente es «un individuo peligroso, que escogió deliberadamente la delincuencia, enteramente responsable de sus actos e inaccesible a cualquier sanción penal».
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