La URSS gran derrotada en atletismo
Nueve récords mundiales y dos mejores marcas ha sido el positivo balance del atletismo en los Juegos Olímpicos de Montreal. Superior, desde luego, a los siete batidos en los anteriores de Munich, y cuatro igualados. Aunque en el depolte rey las barreras en muchos casos tienen una altura muy superior a las ya establecidas en otros deportes, la capacidad de superación del atleta sigue sin tener límites. Estados Unidos en hombres, y la RDA en mujeres, volvieron a ser los grandes triunfadores totales, pero con las importantes apariciones en la gran escena olimpica de países como Cuba, el alza de otros como Polonia o el mantenimiento de Finlandia, gracias a una de las grandes estrellas de los Juegos: Viren. La gran derrotada en atletismo, sin duda, fue URSS.
El deporte rey de los Juegos Olímpicos volvió a demostrar su enorme atractivo en Montreal. La ausencia, siempre lamentable, de los países africanos quedó pronto olvidada ante el gran nivel de muchas pruebas. Aunque se hubiera deseado ver, por ejemplo, al récordman del mundo de los 1.500 metros, el tanzano Philbert Bayi, en lucha con el neozelandés Walker, plusmarquista de la milla, o a Mike Boit en los 800 en la disputa del oro con Juantorena, la verdad es que el atletismo africano, que en México explotó en un verdadero «boom» no ha subido en general tanto como para hacerse imprescindible. Sólo dos países, Senegal y Costa de Marfil, permanecieron en Montreal y en atletismo, salvo algunos velocistas, que no pasaron de las semifinales, su papel fue totalmente oscuro. Tanto quizá como las razones por las que abandonaron los Juegos. Latente el tema del apartheid de Africa del Sur, no era ni mucho menos razón de peso para tomar actitud así, el que los All Blacks neozelandeses realizaran -aún están- una gira por el país. El rugby es un deporte especial en todos los sentidos, incluido el de organización, que confirma plenamente su independencia y su carácter no olímpico. Por todo ello, la actitud seria del presidente senegalés, Leopold Senghor, al separar -y más en este caso- deporte y política, fue la única acertada.USA y RDA, delante
En cuatro años, justo el tiempo que se denomina Olimpiada, no hay tiempo para hacer maravillas. Unicamente, si acaso, para tener algunos éxitos que se pueden o no confirmar en el futuro, En Montreal, como en Munich, nuevamente tres países, RDA, USA y URSS, han sido los netos dominadores. Por el número de medallas, RDA rompió la igualdad que existía en Munich con USA, y gracias a su supremacía absoluta en elcampo femenino, compensó con creces el dominio norteamericano en hombres. URSS, en cambio, que en la capital bávara prácticamente igualó en el terreno masculino con USA y gracias a una buena actuación femenina ganó más medallas de oro que sus dos grandes rivales, en Montreal no sólo perdió terreno respecto a RDA en chicas, sino que se vio prácticamente superada por ella en hombres. República Federal Alemana, cuarta con claridad en Munich, ha sido junto con Gran Bretaña, otra de las naciones en claro retroceso. Aparte de Kenya, sin actuación en Montreal, Polonia es la que ha dado el gran salto, logrando medallas, además, tanto en hombres como en mujeres. Finlandia se ha mantenido por las dos medallas de Viren, y Bulgaria también ha subido merced a una mejora en su ya importante parcela femenina. De cualquier forma, la gran revelación de los Juegos ha sido, igual que en otros muchos deportes, Cuba. Aunque curiosamente ha perdido atletas como la Chivas -muy apagada- o Miguelina Cobián y sólo en lanzamientos metió algunas en finales, en los hombres la estrella de Juantorena y la casi victoria de Casañas en los 110 metros vallas, fueron dos ejemplos de su alza clarísima en la cumbre del atletismo mundial.
Nombres
En un análisis por pruebas, comenzaremos hoy únicamente por los hombres. En velocidad, las victorias de Crawford -quizá para celebrar la independencia de su país, Trinidad-Tobaggo- y del jamaicano Quarrie -segundo también en 100-, han sido una verdadera puntilla -porque también las ha tenido- para el sprint USA. La ausencia de Steve Willians, desde luego, se ha notado mucho y el pequeño Glance incluso fue superado por Borzov, que de sus dos meda.llas de oro en Munich, se conformaba con un solitario bronce. Al final serían dos, pues tras su ausencia tan polémica de los 200, su cuarto relevo permitió a URSS lograr la tercera plaza. Precisamente en los 4x 100 USA se tomó la revancha del fracaso individual -pues de tal se puede catalogar el obtener sólo plata y bronce en 200- y confirmó que en cantidad siguen siendo los primeros.
El resto de carreras lisas, como si las hazañas casi les obligaran a unirse, tuvieron sólo dos protagonistas: Juantorena para los 400 y 800, y Viren, el finlandés que en un alarde de facultades terminaría después quinto del marathon, para los 5.000 y 10.000. Casi tradicionalmente, estas pruebas se escapan a los grandes y la victoria de Wottle en Munich fue algo aislado. Ausente Akii-Bua, en cambio, Moses ganó los 400 vallas y batió el récord del mundo en una prueba típicamente USA. Con ello compensó el atletismo yanki su humillación en los 110 metros, donde el francés autómata Drut y el cubano Casañas, que finalizó en tromba, dejaron sólo el bronce para repartir. Finalmente, la gran mala suerte de los Juegos corrió a cargo del germano oriental Baurngartl que con una caída en el último obstáculo de los 3.000 metros no sólo perdió el oro, sino también el seguro récord del mundo. De ambas cosas se apropió el ya titular, el sueco Gaerderud. Otra prueba de triunfos variados, fuera de los grandes, como se ve.
Saneiev, tercer oro
En cuanto a los saltos, lo mismo que Viren dobló en 5.000 y 10.000 y el relevo USA de 4 X 100 también renovó su título de Munich, el soviético Viktor Sarteiev alcanzó sutercer título olímpico en un alarde de longevidad ya sólo comparable al lanzador de disco USA Al Oerter. En longitud, los negros norteamericanos se lo repartieron casi todo como en Munich, pues Robinson, tercero entonces, gano el oro, y Williams, vencedor, fue segundo en Montreal. En altura y pértiga, se sucedieron las dos grandes bazas polacas. El jovencísimo Wszola, campeón europeo junior de 1975, ganó el oro y Stones, perjudicado quizá por la lluvia caída, por la tensión de su enfrentamiento anterior con el público y hasta quizá por su vida tan particular e independiente, sólo repitió el bronce de Munich. El, que tiene el récord del mundo en 2,31, se quedó a 10 centímetros de su marca. En cuanto a la pértiga, en una final cerradísima, con las tres medallas en la misma altura, 5,50, nuevo récord olímpico, Slusarski, uno de los grandes valores que tiene el país onental, doblegó a Roberts, el norteamericano recordrnan del mundo. Justamente hizo como Nordwig en Munich con Seagren.
En los lanzamientos, por otro lado, sólo se mantuvo el dominio de URSS, que fue al copo en martillo. Sorpresa RDA en peso ante el recordrnan del mundo, el soviético Barysclinikov, sólo bronce y tras la confirmación del también recordman del mundo Wilkins en disco, «explosión» del veterano húngaro Nemeth que alcanzó el cénit de su carrera con el oro y el récord del mundo en la jabalina.
USA recuperó también en los relevos 4x400 su título perdido en Munich por la sanción a sus atletas. Así compensó, igualmente, su derrota individual ante Juantorena. En donde no pudo repetir triunfo fue en el marathón, donde ante Shorter surgio un impresionante germano oriental, uno más, Cierpinski, que hizo el mejor tiempo-mundial de siempre en los 42,195 kilómetros. México, por su parte, confirmando su gran escuela de marchadores, ganó el oro en los 20 kilómetros con Bautista, imponiéndose a la coalición alemana.
Los norteamericanos, sin embargo, pudieron respirar bien, tranquilos al tener al atleta completo de los Juegos, a Bruce Jenner, que no sólo ganó el decathlon, sino que batió la plusmarca mundial de Avilov. Esté, pese a su exhibición en la altura, donde saltó 2,14, perdió su título de Munich y también el récord. Quizá fue el mejor ejemplo del atletismo masculino de Montreal.
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