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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La centrales nucleares: ¿electrificar o electrocutar?

El tema de las centrales nucleares es un tema candente. En Francia, raro es el día en que los periódicos no publican opiniones en torno a tal o cual proyecto nuclear, y existen ya comités antinucleares en toda La regla. En Estados Unidos, la población californiana votó recientemente sobre la instalación de una nueva planta nuclear. En España se ha notado, de algunos años acá, un enorme aumento de interés por el tema, a pesar de la gran dificultad que tiene la opinión pública para acceder a una información veraz y hacer que su voz, cuando es antinuclear, se deje oír en el país.La cuestión tiene varias vertientes. La más visible es la ecológica, la del impacto de las centrales nucleares sobre el medio ambiente y la población. El tiempo que llevan en vida estos artefactos no permite hacer un estudio completo y definitivo del tema, pero no pecamos de atrevidos si afirmamos que, de no tomar precauciones rigurosísimas (que en España no se toman), los efectos a corto y Iargo plazo pueden ser nefastos. La segunda vertiente es la económica. No está claro que las centrales nucleareg sean rentables, salvo, quizá, en casos aislados. Entre los factores que contribuyen a su no rentabilidad figuran los altos costes deconstrucción e instalación y las frecuentes paradas por razones de seguridad. En cualquier caso, es indicativo que en Estados Unidos haya bajado drásticamente el número de reactores que se instalarán en los próximos años. La tercera vertiente es la energética: el rendimiento energético de las centrales nucleares es bajo comparado con el de las centrales térmicas, por ejemplo. Por otro lado, el combustible empleado, el uranio-235, es un recurso escaso, que corre el peligro de agotarse. La nueva generación de reactores regeneradores podría ser una solución, pero lo cierto es que el asunto no está ni muchos menos claro.El análisis, sin embargo, sería incompleto si ignorase el trasfondo político del problema, y en eso hace especial hincapié el autor del libro. A nivel internacional es evidente que hay que encuadrarlo en el marco de un imperialismo energético que por encima de todo busca la continuación de una línea política de afirmación de unos grupos sobre los demás, fomentando unos métodos de producción que agotan los recursos, contaminan el ambiente y en definitiva perpetúan ese desequilibrio que asegura su predominio. A nivel nacional tampoco se le oculta a nadie que los principales beneficiarios (y, a la larga, quizás los únicos) del programa nuclear son las compañías eléctricas y la Banca, es decir, la oligarquía. Las eléctricas hacen y deshacen a su antojo, tomando el territorio nacional como coto privado. La Junta de Energía Nuclear, pésimamente ubicada dentro del Ministerio de Industria, colabora y demuestra asi su inoperancia. La Administración hace el juego al capital y confecciona en sus ratos libres un Plan Energético Nacional que nos hunde en una dependencia tecnológica casi total y que apenas prevé la investigación de fuentes alternativas de energía (solar, geotérmica, eólica, etc.). Los verdaderos afectados, los que realmente soportan las continuas subidas de tarifas y subvencionan el tinglado, no tienen voz (ni voto, por supuesto). En resumen, el asunto no hay que politizarlo: está politizado desde el principio.

Nuclarizar España, de Pedro Costa Morata Madrid

Editorial Los Libros de la Frontera. 1976.

Quizá lo único que echamos en falta es un comentario más detenido de la conexión entre el programa nuclear y la rumoreada construcción de una bomba atómica española. Por lo demás, el libro (presentado hace poco en Soria) es un estudio riguroso y muy bien documentado de un lema que nos toca a todos muy de cerca. Desengañémonos:. el problema no es técnico, sino político. Y, como muy bien advierte el autor, la única ma nera de poner coto a los abusos y atropellos de los instrumentos de la oligarquía es que el pueblo se or ganice y pase a la acción, porque nadie va a sacarle las castañas del fuego. Para ello es importante que esté bien informado; el libro que comentamos contribuve decisiva mente a tal propósito.

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