Mario Soares promete defender las conquistas de la revolución

El primer ministro portugués, Mario Soares, presentó ayer ante la Asamblea de la República el programa de su Gobierno. En su larga intervención, de tres horas de duración, Soares analizó todos los aspectos de la situación económica y política portuguesa, prometiendo un «Plan Económico de 15 años» y «el bienestar del pueblo portugués». Aplaudido numerosas veces por el grupo parlamentario socialista y en ocasiones por los diputados del Centro Democrático Social (derecha) y del Partido Popular Democrático (centro), Soares no logró sin embargo arrancar un aplauso de los representantes comunistas, liberados en esta ocasión por Alvaro Cunhal.El discurso -introducción al «Programa del Gobierno», que consta de 260 páginas y que será entregado mañana a los diputados, trazó las líneas generales de la acción del Gobierno socialista, que, según Soares, «considera irreversibles las grandes conquistas de la revolución: la reforma agraria, las nacionalizaciones y el control obrero». En el plano político, Soares indicó que la sociedad portuguesa puede definirse en este momento como «una coexistencia concurrencial entre el sector público y el privado», es decir, «el verdadero modelo original de construcción del socialismo portugués».

«No aceptaremos la recuperación capitalista y tampoco caminaremos hacia una forma de capitalismo de Estado de fachada socialista», dijo después Soares. A continuación refirió que los objetivos esenciales de su Gobierno serían: la construcción del Estado democrático, la planificación y la reorganización de la economía, la estabilidad financiera, la consolidación de las estructuras productivas, luchando contra el paro y por el aumento de la productividad, la realización de una mayor justicia y en la distribución de la renta, la solución de las necesidades básicas de la población y la afirmación de una política de independencia nacional.

En relación al problema del paro, Soares indicó que su Gobierno se proponía potenciar el movimiento migratorio para hacer frente a esta cuestión que alcanza ya a 400.000 personas. Sobre la huelga, Soares afirmó que «los trabajadores debían de emplearla como último recurso».

Los diputados, que sólo conocerán el texto completo del programa del Gobierno socialista hoy, pues por su extensión todavía no hay el número suficiente de copias, tendrán cinco días para discutir, y presentar mociones de rechazo. En este sentido, se cree que los dos partidos situados a la derecha de los socialistas (CDS y PPD) apoyarán el programa o al menos no presentarán ninguna moción contraria. Los comunistas, por su parte, guardan un silencio expectante, pero se espera que al menos, algunas críticas animen los debates.

Negociaciones previas

Quizás lo más importante han sido las «negociaciones» anteriores a la presentación del programa. El domingo por la tarde, Soares mantuvo conversaciones con los representantes de todos los grupos parlamentarios y con el consejero de la Revolución, Melo Antunes. Esta entrevista Soares-Melo Antunes es significativa, en un momento en que el «redactor» del «Documento de los nueve» parece nuevamente «subir» en importancia política, a pesar de ser constantemente atacado por la derecha como «responsable por la descolonización».Melo Antunes, después de entrevistarse con Soares, indicó que el nuevo programa «está inspirado en el Documento de los nueve», que él elaboró, y no ocultó su satisfacción por el programa del Gobierno socialista.

En todo caso, esta entrevista supone la firma de un compromiso tácito entre la facción dominante del Consejo de la Revolución, encabezada por el propio Melo Antunes y los socialistas, que dicho sea de paso, se juegan, con este programa, el futuro.