Recelo en los medios universitarios catalanes ante la política de nombramientos del profesorado
La alusión a la autonomía universitaria hecha por el Gobierno en su declaración programática fue vista con interés en los medios universitarios catalanes. Sin embargo, en los mismos círculos acaba de aparecer un claro recelo respecto a la política de nombramiento del profesorado universitario que puede llevar a cabo, de confirmarse algunos indicios, el Ministerio de Educación y Ciencia. Dicha política -se afirma- no favorecería los deseos de autonomía universitaria sino que obraría en sentido opuesto.La estructura actual del profesorado en las universidad es de Barcelona posee graves inconvenientes pero también alguna ventaja. Destaquemos estas últimas, ya que coinciden en ser puntos positivos a la hora de establecer una auténtica autonomía universitaria.
Por un lado, los profesores no numerarios son fácilmente controlables por la propia Universidad, mientras no pueden serlo demasiado por el Ministerio. Ello no implicaba ningún matiz en el pasado, cuando los rectores eran miembros del stablishment político, pero sí que representa una diferencia importante en unos momentos en que los rectores de varias universidades -entre ellos los de las tres barcelonesas- están más próximos a la oposición catalanista y democrática que al régimen.
Otra ventaja viene dada por el hecho de que la existencia de un profesorado no funcionario y que no posee en propiedad su plaza, permite una mayor movilidad en los planes de estudio. ¿Cómo, en efecto, suprimir, por ejemplo, asignaturas como Derecho Natural, cuando una persona posee cátedra de esa materia en propiedad?
Resulta, pues, que los males actuales, pueden representar, particularmente analizados desde la perspectiva democrática en ciernes, presuntos bienes a la hora de establecer real y efectivamente la autonomía universitaria. Por el contrario, incrementar el número de profesores funcionarios implica hipotecar la deseada autonomía universitaria y, muy concretamente, las posibilidades de actuación de los actuales rectores demócratas Hay en la actualidad un claro temor de que se esté fraguando una reforma en la estructura del profesorado que, bajo la apariencia de progresó, represente una regresión. Este temor está basado en dos hechos.
El primero de ellos es el nombramiento de Sebastián Martín-Retortillo como subsecretario del Ministerio de Educación y Ciencia, ya que este catedrático se ha manifestado -según informan profesores universitarios barceloneses- a favor de la ampliación del cuerpo de profesores numerarios. El segundo hecho son las informaciones obtenidas en el rectorado de Barcelona, según las cuales se da como probable la convocatoria masiva de oposiciones para acceder al profesorado numerario. Oposiciones, no hay que olvidarlo, que tendrían ámbito estatal y unas características formales que han sido repetidamente criticadas.
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