Los republicanos USA se desvían de Reagan a Ford
La siembra de vientos realizada por Ronald Reagan el pasado lunes al anunciar, inopinadamente, la elección de Schweiker como su compañero electoral, produjo ayer nuevas tempestades. El ex gobernador de Texas, John Connally, anunció su apoyo al presidente Ford, los 30 delegados republicanos de Mississippi se inclinaron también hacia el campo del presidente y en las filas republicanas de Virginia, Carolina del Sur y Luisiana parecen apreciarse las primeras deserciones entre antiguos partidarios de Reagan.
John Connally, que se mantuvo neutral durante las elecciones primarías de Texas, donde Reagan ganó 100 delegados, anunció ayer en la Casa Blanca su decisión de apoyar la candidatura de Ford. «Es evidente que ahora el presidente es la mejor opción, no sólo para el partido, sino para el país», dijo Connally, quien reconoció que se había decidido a apoyar a Ford inmediatamente después de conocer la elección de Schweiker como «running mate» de Reagan.El ex gobernador de Texas, cuyo nombre figuró en las últimas semanas entre los posibles candidatos a formar tándem electoral con Ford, señaló que no había hablado con el presidente respecto a su compañero electoral, y que no pensaba preguntarle sobre este tema. Sin embargo, las posibilidades de Connally como candidato vicepresidencial parecen haberse incrementado después de esta declaración a favor del presidente, que puede suponer un importante respaldo en el sur, donde Connally es muy popular.
En círculos cercanos al Comité de Campaña Electoral de Ford no se descarta la posibilidad de que, como hizo Jimmy Carter, el presidente anuncie una lista de posibles candidatos a la vicepresidencia en la que, muy probablemente, estaría John Connally. Durante la próxima semana Ford iniciará una serie de consultas con congresistas, senadores y altos funcionarios para discutir el tema del vicepresidente. Cuando, en 1974, Ford eligió a Nelson Rockefeller como vicepresidente actuó del mismo modo.
Versión optimista
El director de la campaña electoral de Reagan, John Sears, manifestó ayer que en su equipo contaban con una inicial reacción adversa al nombramiento de Schweiker, pero que confiaban en que las aguas volverían a su cauce en los próximos días, y que si bien la elección de Schweiker podía suponer la deserción de algunos delegados, significaría también el apoyo de sectores laborales y de muchos electores del noreste. Sears dijo que los directivos de la campaña electoral de Reagan habían estudiado cuidadosamente todas las opciones posibles para la vicepresidencia y que si se habían inclinado por una «coalición» Reagan-Schweiker era porque esta posibilidad aparecía como la elección más conveniente.Mientras tanto, los 30 delegados «no comprometidos» de Mississippi no ocultaron su reacción adversa a Reagan. «Cuando un hombre te dice una cosa mirándote a la cara y luego hace otra, te das cuenta de que no puedes confiar en él», dijo uno de los delegados. El propio presidente del partido en Mississippi manifestó que se oponía a los «tickets» electorales que estuvieron «ideológicamente divididos».
Aprovechando este descontento, el presidente Ford viajará a finales de esta semana a Mississippi e intentará ganar para su bando a los 30 delegados. Un portavoz del partido expresó su seguridad de que si Ford elegía a Connally como compañero electoral contaría con los 30 delegados de Mississippi. En el caso de que los 30 cornpromisarios en bloque decidieran apoyar a Ford, éste superaría el número mágico de 1.130 delegados y obtendría la nominación republicana en la primera vuelta de la Convención.
Aunque la propaganda electoral de Ford aseguró el pasado sábado que el presidente contaba ya con 1.135 delegados, los recuentos de los distintos medios informativos le sitúan por debajo de los 1.130, pero siempre a menos de 30 delegados de esta cifra.
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