Los vecinos de San Antonio barren cada día sus calles
Decenas de vecinos del barrio de San Antonio, junto al madrileño puente de Toledo, han comenzado una campaña de limpieza de las calles, provistos de escobas con las cuales barren aceras y calzadas. Su objetivo consiste en lograr que los responsables municipales palien los problemas derivados de la suciedad que el barrio padece.
Los transeúntes de las calles aledañas a Marqués de Vadillo, junto al madrileño puente de Toledo, experimentaron cierta sorpresa durante la mañana del pasado lunes cuando observaron un centenar de vecinos del barrio empuñando escobas y barriendo las calles. Provistos de carteles pegados sobre sus espaldas, iniciaban de este modo una campaña de limpieza sobre la zona en la que viven, caracterizada por un elevado índice de descuido y suciedad en sus vías. Al poco, los peatones que circulaban por allí pudieron ver completamente barrida y limpia una calle tan larga como la de Inmaculada Concepción, de extensión superior a los 600 metros, al tiempo que los barrenderos explicaban al vecindario las razones de su actitud.Esta medida, que prolonga durante todos los días de la semana, fue promovida por dos asociaciones ciudadanas del barrio, la Asociación de Vecinos y Propietarios de San Antonio, y las Amas de Hogar de La Arganzuela, y su objetivo consiste en lograr de las autoridades municipales el grado de atención y las soluciones que la suciedad en la zona requieren. El número de empleados de limpiezas es infinito la cifra de papeleras, escasa, anómala la recogida de basuras, y enorme la cantidad de papeles, residuos y restos que se amontonan sobre las calles.
Los barrenderos anónimos
Por todo ello, las asociaciones vecinales difunden los objetivos de su campaña con las escobas en la mano, pegando carteles que anuncian sus propósitos y tratando de encontrar atención de Ios responsables municipales. Ambas entidades han movilizado todas sus energías y a lo largo de los días de esta semana, vecinos de edad madura, jóvenes de ambos sexos -incluso chicos de corta edad-, barren los trechos de calle que se le asigna. El primer día, varios agentes de la autoridad preguntaron si los «barrenderos» poseían el correspondiente permiso para proceder de aquella manera, si bien las dudas quedaron despejadas tras una consulta, según la cual no parece existir impedimento legal al guno para que cualquier ciudadano pueda barrer ordenadamente su calle. A la campaña se suman progresivamente más y más vecinos como se demostró en la calle de Baleares, reluciente y lustrosa, tras el paso de los barrenderos anónimos.Los promotores han previsto una jornada de clausura para el sábado, en la cual se explicará al vecindario los fines y el alcance de la medida. No obstante, el viernes 23 de julio han invitado a todos y cada uno de los vecinos para que, a las 8 de la tarde, empuñen la escoba y barran un trecho simbólico, junto a los portales de sus casas.
La invitación a los vecinos la realizan grupos de jóvenes, que explican la campaña y recogen adhesiones, en función de que el problema de la suciedad constituye uno de los más vividos por el barrio.
Sin embargo, el tema de la limpieza no agota la problemática de esta vasta zona. Sus límites -según el ámbito que la Asociación de Vecinos de San Antonio se ha fliado-, pueden alcanzar hasta el Metro de Urgel, parque de Comillas, y un buen trecho de las calles de Antonio López y General Ricardos, además de la diagonal que forma la de Antonio Leyva.
El área se incrusta en la madeja de problemas de la periferia madrileña y la desurbanización, los problemas de enseñanza, los sanitarios y los de contaminación, salpican continuamente la anatomía y el funcionamiento del barrio.
Las asociaciones acaban de nacer, si bien ya cuentan con algunos centenares de vecinos deseosos de lograr soluciones reales que beneficien a todos. Por el momento, permanecen en situación de trámite, aunque la reciente legalización plena de otras asociaciones aledañas, hace cundir esperanzas entre los promotores.
En tanto, la medida emprendida esta semana en el barrio de San Antonio contribuye a limpiar con civilidad un suelo tan duro de barrer de problemas como el de los barrios de Madrid.
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