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Creciente ola de robos en la calle de Fuencarral

Más de 20 robos localizados y un número equivalente o superior de sustracciones desconocidas se produjeron en Madrid durante los tres últimos meses en una zona comercial que tiene como límites las calles San Bernardo, José Antonio, Fuencarral, y Palma.Los robos, en su mayoría de dinero, se realizaron casi al 50 por 100 en las horas de la comida y durante la noche, razón por la que los dueños de los establecimientos están pensando en tomar medidas particulares ante la «inexistencia de vigilancia».

Poco antes de este límite de tres meses, en la calle Santa Brígida fue forzada la panadería del número 6 de la calle; para ello y como medio general se forzó la puerta lateral entre las ocho y media y la una de la madrugada. El encargado explicó que sólo robaron unas 1.000 pesetas que había en la caja y revolvieron todo; «para mí la gente de ese tipo anda más suelta por el barrio desde que desaparecieron los serenos». Ese mismo día intentaron forzar la puerta de una cafetería dos portales más arriba.

Estás sultracciones, que podrían calificarse de aisladas, pudieron ser el comienzo de una oleada de robos que continúa. En cuestión de días, siempre con roturas de lunas y uso de palanqueta para forzar las puertas, se registraron los siguientes robos: electrodomésticos por valor de 100.000 pesetas en un establecimiento de la calle del Barco, 42; una hucha de Cáritas y 1.000 pesetas que había en la caja de una farmacia, sita en la calle Colón, 6; 16.000 pesetas que había en la caja de Taxime Internacional, establecimiento de tejidos de la calle Fuencarral, 24; 3.000 pesetas de la caja de la pastelería La Central, en Fuencarral, 42 y otras 3.000 pesetas que había en la caja de una tienda de sombreros, sita en la calle Hernán Cortés, 2. En el número 4 de esta misma calle intentaron robar poco después, pero los autores del robo fueron descubiertos en el momento que entraban en el establecimiento a través del cristal roto. Tampoco robaron nada en Cati, establecimiento de calzados en el que penetraron después de romper una luna lateral de unos 35 centímetros de longitud, ya que no encontraron nada en la caja registradora. Sobre el 12 de junio los autores que deben conocer el barrio perfectamente, sustrajeron 50.000 pesetas en el establecimiento de calzados, Losada, de la calle Fuencarral, 69. Una semana después robaron en el 61, en Roldán, comercio propiedad de Espino y Nombela dedicado a ropa para niños, la cantidad eran otras 50.000 pesetas. Las últimas sustracciones fueron en la misma calle Fuencarral, en el número 55 el pasado día 15 donde se llevaron géneros después de destrozar una de las vitrinas laterales de una tienda de confección, Avance.

Al día siguiente rompían una luna lateral de 29 centímetros y se introducían en los almacenes Irégua donde sustrajeron las 4.000 pesetas que había en la caja. Otros robos conocidos se registraron en la calle del Pez, Corredera de San Pablo, Valverde. Los propietarios robados coinciden todos en un punto: «la razón de estos robos es sencilla, no vemos un vigilante en la zona», «presenté denuncia hace una semana, todavía estoy esperando a la policía», «muchos de los comerciantes robados coincidimos en que estos robos se cometen desde que quitaron a los serenos que aunque hacían poco, por lo menos evitaban todos estos desmanes».

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