Juan Vilá Reyes,

empresario catalán y principal encartado en el caso Matesa, ha donado a la prisión provincial de Pamplona varias máquinas de coser propiedad de su empresa. Las máquinas, entregadas por Vila Reyes para ser utilizadas por los reclusos que quieran redimir sus penas por el trabajo, forman parte del material anticuado de la fábrica que está siendo sustituido por otro más moderno. Al parecer, los trabajadores de Matesa se habían opuesto a la donación de las citadas máquinas, ya que, según su opinión, antes que dar trabajo a los reclusos de la cárcel, Vila Reyes debería haber solucionado el problema de los productores de Matesa que quedaron sin trabajo a raíz del caso.