Pío Muriedas
, bilbaíno, 73 años, francotirador de la poesía y del teatro, juglar de los caminos y «gran romero de la poesía», como dijo de él León Felipe, ha dado su veintiunmil recital en Argoñes (Santander) utilizando como tablado la mesa de la taberna del pueblo. Pero, además de en tabernas. Muriedas ha recitado en las Universidades de Madrid, Barcelona, Salamanca y París, entre otras, y en todos los Ateneos del país, escuelas nacionales, plazas de pueblos, etcétera. «Recitante de capa, daga, camino y mesón», lellamó Valle-Inclán y Vicente Aleixandre escribió que «la poesía se hace casi física, de tan tocable que se manifiesta en el arte propagador de Pío Muriedas».
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