Miles de niños podrían quedar sin colegios en la periferia madrileña

Miles de niños y varios centenares de profesores podrían quedar sin clases durante el próximo curso, si las autoridades educativas no solucionan las situaciones financieras en las que se encuentran algunos centros subvencionados de Enseñanza General Básica instalados en la periferia de Madrid, según declaró ayer una comisión de directores de colegios.

Tras la reunión de cuarenta directores de estos centros, se emitió un comunicado en el cual los asistentes apuntaron el riesgo de que al menos 30.000 niños de EGB y muchos profesores pierdan sus clases si urgentemente no se regulariza y adecúa el régimen actual de subvenciones al que se encuentran acogidos.La mayoría de estos colegios tropiezan con serias dificultades económicas en función de la demora observada en el abono ministerial de las subvenciones, tardanza que en ocasiones se perpetúa desde el curso 1974-75. Sobre los centros se cierne la eventualidad de cierres definitivos, pues hasta el momento los directores de los colegios se han visto impelidos a hacer frente a los gastos, nóminas y mantenimiento, de su bolsillo, con recursos propios. A veces -añadieron- hemos tenido que hipotecar los inmuebles o recurrir a préstamos y nuestra situación se hace insostenible. Por todo ello, muchos de estos colegios cerrarían sus aulas durante el próximo curso a tenor del declive económico que progresivamente experimentan.

También el comunicado alude a la retirada de subvenciones cuando el curso escolar mediaba, situación que afectó -según el texto- a algunos colegios. Además, el nivel de las ayudas oficiales se estima como desfasado en virtud de las crecientes subidas observadas en el sector. Hasta el momento, el Ministerio de Educación y Ciencia -se agrega- se había comprometido a abonar los gastos derivados de la Seguridad Social y sus aumentos sucesivos, pero su retribución ha tenido que realizarse mediante recursos privados, a cargo de los directores.

Al parecer, para paliar gran parte de los problemas bastaría con la rúbrica del director general de Enseñanza General Básica sobre el texto que viabiliza el pago de las subvenciones, según manifestaron a la agencia Cifra algunos de los reunidos.