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Se mantiene la huelga de la Construcción, en Vigo

Ayer jueves se incorporaron al trabajo algunos de los parados de la construcción de Pontevedra. Según parece, negociaron a través de la UTT local aumentos salariales de dos mil pesetas y accedieron a trabajar. Fuentes laborales viguesas afirman también que la UTT local de Pontevedra reclamó al gobernador civil vigilancia policial para proteger las obras de los piquetes. Esta vigilancia fue más patente en la jornada de ayer que en anteriores ocasiones.EL PAIS averiguó, por otra parte, que durante el día de ayer se han verificado diversos contactos entre los delegados elegidos por los parados y una representación patronal. Dichos contactos están siendo realizados de manera subterránea sin participación alguna de la Organización Sindical. Según parece, entre la patronal se perfilan dos posturas, una más dialogante que trataría ahora mismo de buscar una solución al conflicto mediante la apertura de negociaciones y otra más integrista que exige que los trabajadores retornen a sus puestos de trabajo como medida previa para negociar.

Por lo demás, la huelga podría haber entrado ayer en una nueva fase al haber acordado los de Pontevedra negociar con independencia de la plataforma común previamente aceptada. Se calcula que, de todos modos, siguen en huelga cerca de 18.000 trabajadores de la construcción pontevedresa. El foco principal está en Vigo.

Desde que se inició el conflicto se practicaron 41 detenciones de trabajadores que han sido posteriormente puestos en libertad a disposición judicial.

Ya en el pasado febrero los obreros que ahora mantienen el paro en la casi totalidad de la provincia de Pontevedra elaboraron en Vigo una plataforma reivindicativa que comprendía, fundamentalmente, las peticiones de aumento salarial de seis mil pesetas lineales, formación de comités de higiene y seguridad en cada empresa y semana laboral de cuarenta horas. En marzo la plataforma se dio a conocer y se difundió a través de asambleas informativas en los lugares de trabajo. El 23 de junio pasado surgió el primer paro de consideración en una obra de la empresa Rodolfo Lama. El 6 del mismo mes, la dirección de dicha empresa despidió a la totalidad de la plantilla de la obra parada. El 1 de julio se incorporaron al paro los trabajadores de Alfonso Martínez. Era el momento en que la huelga empezaba a generalizarse.

El 5 de julio están en paro varias empresas más (José Malvar, Pernas, Viqueira Lago, etcétera). A estas alturas, la huelga se extiende ya muy rápidamente, alcanza a la casi totalidad de las obras viguesas y empieza a vislumbrarse la posibilidad de que se extienda hacia el resto de la provincia. El 7 paran los trabajadores del Scalextric, las obras de la universidad laboral, el colegio Rosalía de Castro, etcétera. El 8 se paralizan las obras que podrían tener mayor resonancia, las de la nueva sede del Ayuntamiento vigués cuya terminación estaba prevista para que pudiera inaugurarlas el Rey en su próximo viaje a Galicia que iniciará el día 24. Se paralizaron también a partir del día 12 las obras del puente de Rande, de ejecución vital para la futura autopista del Atlántico.

El día 9 aparece una nota difundida de las Comisiones Obreras de la construcción, en la que se contesta otra nota difundida en el día anterior por la Unión de Empresarios atribuyendo la agitación a «elementos extraños a la construcción y que tratan de perturbar la paz social perjudicando a los trabajadores» . El comunicado de las CCOO se muestra tajante al afirmar entonces que «ante la negativa patronal a negociar o por lo menos a escuchar a los trabajadores», toda negociación habrá de hacerse con los representantes elegidos por ellos sobre la base de los aumentos pedidos y la garantía de que no existan sanciones ni despidos.

La huelga se extiende a la capital provincial y a otros lugares de la provincia (Marín, Redondela, Bayona, Cangas, etcétera) a partir del día 12 de julio.

Mientras tanto, los huelguistas ensayan todos los días una práctica de decisiones directas. Alrededor de las nueve de la mañana se reúnen en asamblea en cada lugar de trabajo y a mediodía asisten a las asambleas generales del sector que suelen celebrarse en algunas iglesias o en el campo del Meixoeiro. La última obra que se incorporó al paro, Ramilo Limitada, lo hizo el día 14.

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