Mañana se inaugura la Bienal de Venecia
El tema propuesto por España, principal motor cultural y político de la edición de este año
Con un estreno para la prensa y la crítica, ha tenido lugar ayer el primer acto previo a la inauguración de la Bienal de esta ciudad lacustre, roída por la salmuera y cargada de una historia casi oriental. Aparentemente se cierran así encendidas y prolijas polémicas culturales entre comunistas y socialistas, y como en otoño de 1974, con Chile, este año la manzana de la discordia será el tema España
El tema central de esta Bienal, que quiere ser ante todo revolucionaria y anticonformista, es el ambiente, la participación y las estructuras culturales. En torno a él se darán cita las artes visuales y la arquitectura, cine y espectáculo televisivo, teatro y música, Archivo Histórico de las artes contemporáneas, actividades de los grupos permanentes de trabajo para los convenios, para las relaciones con la escuela, información y mass media.
El ciclo teatral fue inaugurado anoche con la representación de The Ik, de Peter Brook en el Campo de San Pedro de Castello. Los actores del Centre Internationale des Creations Theatrales, de París, dirigidos por Brook, vivieron por dos años en Africa en contacto con la población ik, tratando de entender sus usos y tradiciones.
Se trata de un teatro simple, humano y absolutamente comprensible. Las relaciones vividas de los actores con los ik africanos han sido captadas de tal modo, que el público, al ver el teatro, efectúa los mismos descubrimientos que los actores hicieron en Africa.
Siempre en el ciclo de teatro. del 22 al 26 de julio, en el Teatro Malibran, la compañía Els joglars representarán Alias Serralonga, del 22 al 27 en el campo del ghetto nuevo, Ratas y rateros, de Texidor.
La compañía Nuria Espert representará Divinas palabras, de Valle Inclán, y también Luces de bohemia; la compañía Tábano, Historia de un bandido; el grupo Ditirambo representará Pasodoble, de Miguel Romero. El programa de realizaciones escénicas será documentado por una mesa redonda sobre el teatro español, dirigida por Alfonso Sastre.
Improvisación
Tendremos ocasión de ocuparnos del tema España en otras crónicas. Se tiene la impresión, días antes de la inauguración al público, de que se ha trabajado deprisa e improvisando mucho. Entre bastidores ha dominado la polémica política, porque los representantes del Partido Comunista Italiano en el comité directivo de la Bienal han querido que Coordinación Democrática estuviera presente al completo el 18 de julio, para una conmemoración solemne de la Segunda República Española. Algún miembro de Coordinación lo ha considerado una provocación inútil y ha preferido venir sin excesiva solemnidad a Venecia.
Vacunados contra el realismo socialista, los comunistas tampoco pueden avalar a cualquier triunfador de primera hora. La política cultural del Partido Comunista Italiano se mueve, pues, en una línea de libertad.
Los años cincuenta y sesenta, Venecia fue el principal termómetro de la cultura contemporánea: desde el pop-art al nuevo cine mexicano y japonés, a los experimentalismos teatrales más avanzados, a los estrenos mundiales de músicos, como Prokofiev, Stravinsky, y Britten. Llegó el verano del 68 y el socialista Luigi Chiarini para el cine abolló los premios y las galas, premiando a los autores más que a los productores. La izquierda italiana, que no supo prever el 68, tardó mucho en digerirlo. Se llegó a 1972, que fue el último año de la vieja Bienal, cuando las jornadas de cine, llamado contra-festival, dio el golpe de gracia a la contaminante muestra del cine en el Lido. En 1973 el Parlamento aprobó el nuevo estatuto de la Bienal, que trata de casar contestación con institución, populismo con intelectualismo, participación con operosidad.
El consejo directivo de 19 miembros está compuesto por seis democristianos, cuatro socialistas, tres comunistas, el jefe de personal, que también es comunista, tres sindicalistas (un democristiano, comunista y socialista), un republicano y un social democrático. Su presidente, el socialista Carlo Ripa de Meana, y su vicepresidente, también socialista y alcalde de Venecia, Mario Rigo, esperan este año que el tema España 1936-1976, Vanguardia artística y ambiente social, sea la reclame y el motor cultural y político de la Bienal de este año.
Babelia
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