Martes y trece
La presión vendedora con que cerró el viernes último se vio aumentada ayer martes, inicio de la semana bursátil. El índice general no reflejó lo pesaroso de la sesión, porque Telefónica, después de varias posiciones, nos obsequió con la sorpresa de subir un compensador punto y cuarto, a contrapelo de los demás Monopolios (Campsa, -5,50 y Tabacalera, -2).Sin embargo, la actuación del Banco de España no pudo impedir un deterioro general que, en algunos casos, como el de Hidrola -que cedió 6 enteros- tiene ribetes dramáticos.
Sigue, pues, predominando una clara desconfianza en el ambiente bolsístico, aunque hay deseos de que el nuevo Gobierno acierte en sus planteamientos generales, en particular en los económicos. Es más, se estaba esperando en el parquet unas pequeñas, pero eficaces, medidas urgentes para entonar el mercado, es decir, un revulsivo que palíe este preocupante goteo de los cambios. Preocupante en cuanto a las posibilidades de incitar a nuevas inversiones empresariales, por otro lado necesarias para crear puestos de trabajo.
Además del Eléctrico, el otro corro que sufrió gran castigo fue el de Siderúrgicas, donde Olarra ni se atrevía a cotizar, Tubacex bajaba 10 enteros y Hornos, 4,5, situándose a 129; se salvaba sólo Babcock.
En los demás grupos también se dieron bajas notables, como las de Petróleos (-8), en Químicas; Ebro (-8), en Alimentación, y Dragados (-18), en Construcción. La subida principal del día corrió a cargo de La Unión y el Fénix, que venía acumulando dinero.
En fin, jornada aciaga, con poco negocio, que, como decía un administrador de carteras, se correspondía a lo de martes y trece.
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