Dos mil firmas, piden la readmisión de los curas obreros de Usera

Dos mil firmas figuran al pie de una carta que los vecinos de Usera han enviado al Cardenal de Madrid, Vicente Enrique y Tarancón, en la que expresan su postura por el despido de cuatro coadjutores de dos parroquias en el mencionado barrio madrileño.La noticia, de la que EL PAIS ha facilitado información en diferentes días, terminó con un comunicado de Vicente Contreras, párroco de la Fuensanta, en el que definía su postura y daba su versión de los acontecimientos precipitados por la decisión de monseñor Estepa al separar de sus cargos pastorales a cuatro curas obreros.

La carta enviada por integrantes de las comunidades cristianas, asociación familiar, entidades ciudadanas y vecinos en general, expresa en primer lugar «nuestra más firme protesta ante la arbitraria decisión tomada por el Obispado.

Las razones que nos mueven a denunciar tales hechos se justifican en nuestra plena aceptación de los criterios pastorales, sociales y humanos perseguidos por los cuatro curas obreros sancionados, así como la entrega y dedicación mostrada en el desempeño de su ministerio. Queremos constatar también nuestra absoluta disconformidad con la actitud del Obispo de Madrid, monseñor Estepa, por su desacertada postura, carente de todo sentido y que pone de relieve la falta de conexión entre las jerarquías eclesiásticas y los hombres que quieren hacer posible la auténtica comunidad cristiana.

Así pues, exigimos de su eminencia que, haciendo uso del que creemos es nuestro legítimo derecho, ponga fin a estas anormalidades, merced al rango y potestad que confiere su cargo, y ratifique el nombramiento de los coadjutores Saturnino García, Pablo Ruiz, Abilio García y Ramón Galisteo en las parroquias donde han venido oficiando estos últimos años».

«De esta forma, dicen los vecinos, queremos desmentir las declaraciones del Obispo, monseñor Echarren, quien dijo que los sacerdores fueron depuestos de su cargo porque no cumplían con un mínimo de deberes que todo sacerdote ha de atender y que, por estar metidos en sus trabajos, olvidaron que también tenían que decir Misa y atender espiritualmente a sus fieles. Dos mil vecinos, por lo menos, estamos contentos con la linea pastoral de estos cuatro coadjutores».