Plácido Domingo
madrileño residente en Barcelona -cuando sus compromisos artísticos se lo permiten-, está considerado como uno de los mejores tenores del mundo. En la Opera de Viena consiguió algo que sólo había ocurrido en aquel templo del bel canto otras cuatro veces a lo largo de ciento siete años: hacer el bis. Fue con el aria de Otelo la misma obra que canta ahora en París, mientras le esperan en Scala, el Covent Garden y el Metropolitan Opera House.
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