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Al Monaguillo le dió una taquicardia

El Monaguillo sufrió una taquicardia cuando toreaba en Málaga. Vestirse de luces es una cosa muy seria, y ponerse delante de un toro, más. Los toreros han de tener bien templado el corazón para estos menesteres. A tales fines hace mucho el entrenamiento. Se dice que torero está «puesto», o que está "placeado" cuando se mueve con soltura ante el peligro. Muchas veces esta soltura no es tanto consecuencia de la técnica como del temple de un corazón habituado a los sobresaltos de la lidia. El Monaguillo reaparecía el domingo en Málaga con toros de Camacho, después de año y medio apartado de los ruedos a causa de una lesión. Escuchó palmas y pitos tras dar muerte a su primer enemigo y se retiró a la enfermería, donde le apreciaron la taquicardia, que le impedía continuar la lidia.Otro diestro que visitó la enfermería el domingo fue el Niño de la Capea. El tercer toro de la corrida de Zamora, que era de Martín Berrocal, le cogió al pasarlo la muleta. El Niño de la Capea cortó dos orejas y le llevaron a la enfermería, donde se le apreció conmoción cerebral. Su segundo toro lo estoqueó Teruel, cuyo balance de actuación fue, en las tres reses que le correspondieron, pitos, vuelta y silencio. El otro espada, José Mari Manzanares, obtuvo dos orejas y rabo.

En la corrida de Barcelona, con ganado de Louro, Dámaso Gómez resultó cogido al banderillear, afortunadamente sin consecuencias Triunfó: le concedieron una oreja de cada toro. Galloso tuvo vuelta y silencio. Bautista, que se atrevió a hacer "el teléfono" -¡hace falta ser «camp»!-, escuchó un aviso en el sexto, pese a lo cual dio la vuelta al ruedo.

En el turno de broncas, que sean dos, más dos avisos, para Rafael de Paula, esta vez en Soria. Los toros, de Martínez Elizondo, a los que cortó dos orejas Julio Robles. Y en el del ganado sin fuerza; que sean seis, los lidiados en Burgos, de Buendía, naturálmente para Camino y El Viti, quienes -naturalmente también- triunfaron, con una oreja aquél, con dos éste. El Regio, que iba de relleno en ésta corrida, se quedó con silencio.

Y no para ahí la cosa porque en Granada cuya afición está muy concienciada este añó, se armó la gran bronca por falta de presencia y fortaleza de las reses del marqués de Ruchena. «¡Queremos toros!», gritaban, a más de otras consideraciones y protestas. José Fuentes, Miguel Márquez y José Julio Granada se repartieron palmas y pitos, según.

En la corrida de Badajoz, el triunfo también fue para el rejoneador: Juan Moura ganó dos orejas y rabo. Y ya puestos en la pista de los novilleros punteros, señalemos que Sánchez Puerto, volteado sin consecuencias en Tarragona, dio dos vueltas al ruedo; López Heredia tuvo vuelta y ovación en Sevilla, y Paco Aguilar, silencio y aplausos en el mismo festejo.

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