"No ha existido negligencia por parte del Ejército

La oficina de prensa de la Capitanía general de la sexta región militar, facilitó ayer una nota oficial en relación con el accidente ocurrido el pasado día 18 en Echarri Aranaz (Navarra) al estallar una granada de mortero recogida por un vecino de dicha localidad, ocasionando la muerte de cinco personas. La nota puntualiza los siguientes extremos:1.- Las informaciones de algunos medios de difusión y la declaraciones del alcalde y concejales de Echarri-Aranaz sobre estos asuntos son inexactas y no se ajustan a la realidad de los hechos.

Los ejercicios de tiro se realizan una o dos veces al año, en una reducida zona de la sierra de Andia, abrupta y desplobada, situada a unos cinco kilómetros del núcleo de población más próximo. Esta zona la recorren unicamente los pastores de la zona con sus rebaños y a ella no acuden excursionistas domingueros, como se ha hecho público, los cúales se dirigen sobre todo, a la sierra de Urbasa, como lo prueba el que hasta la fecha no haya ocurrido ningún accidente en el campo, en la zona de los ejercicios.

2.- Cuando las unidades militares van a realizar ejercicio en la zona y con la antelación suficiente, se dirige un escrito por el gobernador militar de Navarra, al gobernador civil, Diputación foral y Guardia Civil, indicando la delímitación exacta de la zona de caída de proyectiles y las normas de precaución a tomar.

Finalizados los ejercicios, se realiza una inspección detallada sobre el terreno para explosionar los artefactos que no lo hayan hecho, pero, dada la distancia a los orígenes de tiro y lo quebrado del terreno, es imposible garantizar la destrucción de todos ellos, sobre todo si se encuentran enterrados como es lo normal.

3.- Es deber de todo ciudadano y normalmente así lo hacen, el avisar a las autoridades competentes del hallazgo de cualquier artefacto para que sea destruido con las precauciones necesarias, por técnicos militares.

4.- El personal que se dedica a la recogida y desguace de proyectiles puede infringir las normas civiles y penales que regulan la propiedad, así como incurrir en responsabilidad penal por imprudencia si no torna las medidas de precaución pasa evitar el que sean manipulados por alguien que ignore el peligro que entraña.

No se puede alegar en este caso ignorancia o fines ornamentales, ya que en el local donde ocurrió el accidente se encontraban almacenados varios proyectiles y abundantes elementos procedentes de la destrucción o desguace de otros.

Tampoco se puede achacar negligencia al Ejército como se ha hecho por el citado Ayuntamiento de Echarri Aranaz y algunos medios de difusión, cuando el Ejército ha cumplido puntualmente todas las normas legales. Si por imperativos de la defensa nacional, realiza ejercicios de tiro que pueden implicar riesgos, toma para ello todas las precauciones necesarias. En cambio han incurrido en falta, no haciéndolo constar, las declaraciones e informaciones antes mencionadas, no sólo aquellas personas que han buscado,- desenterrado, transportado, manipulado y almacenado artefactos, sino también aquellas otras que han presenciado, sin elevar la correspondiente denuncia, el almacenaje en forma visible durante mucho tiempo de éstos artefactos.