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Kissinger reclama acercamiento económico a los países del Este

Que la Unión Soviética y sus aliados del Comecón se integren en la economía mundial, «para convertirse en un elemento crecientemente positivo», es la propuesta más sustancial del secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, a sus aliados occidentales y al propio bloque socialista, según lo formuló en su discurso a los 24 países avanzados del área de economía de mercado, reunidos en la OCDE, para su Consejo de Ministros anual, recién terminado en París

La propuesta puede contemplarse como una secuela de la famosa doctrina Sonnenfeldt, para la búsqueda de una «relación orgánica» entre occidente y oriente, de modo que un grupo creciente de relaciones e intereses mutuos permita reducir los graves peligros de una confrontación entre los dos bloques. Sonnenfeldt es el ayudante de Kissinger para asuntos europeos. Lo que se conoce como «su» doctrina fue expuesto en diciembre pasado a un grupo de embajadores norteamericanos en Europa reunidos en Londres.Las observaciones de Kissinger en París, relativas al comercio, a las materias primas y al lugar del bloque socialista en la economía mundial, son enormemente pertinentes para España, que apenas ha esbozado su política oriental frente a dificultades políticas intemas, basadas en ignorancia, prejuicios y cálculos más o menos maquiavélicos. El volumen de las relaciones económicas de España con el bloque del Este es muy modesto, pero ofrece, como para el resto de Europa occidental, enorme potencial.Las relaciones con el Este, dijo Kissinger en París, han girado hasta ahora en tomo a problemas de seguridad y política. Es hora de que empiecen a girar en tomo a la economía. La Unión Soviética es la segunda potencia económica del mundo, y junto con los países del Comecón representa el 20 por 100 de la economía mundial. Sin embargo, su peso en el comercio internacional es relativamente pequeño. El bloque socialista ha hecho una contribución mínima al desarrollo económico internacional. Pero esa relación está cambiando. El comercio entre los países de la OCDE y el Comecón se ha multiplicado por cuatro durante los últimos cuatro años. La URSS y sus aliados han irrumpido con fuerza en los mercados mundiales de Capital. En 1975 la deuda de la URSS a los bancos privados de occidente se ha doblado, alcanzando 15,000 millones de dólares. Su deuda total en dólares a las economías occidentales alcanza los 30.000 millones.El principal impacto de la economía soviética en la mundial ha sido los déficits en la producción de granos, que ha desequilibrado el cuadro de la alimentación mundial. Sin embargo, los países socialistas son un elemento importante en el cuadro energético mundial. Las reservas minerales del bloque socialista podrían ser una contribución fundamental a la economía mundial, en una época de escasez de materias primas.

Aunque esos son elementos de un cuadro, hay todavía una cuestión que debe ser contestada, a juicio de Kissinger, por la URSS y sus aliados: ¿cómo pueden los países socialistas contribuir positivamente al proceso de desarrollo en el Tercer Mundo?

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