Jaime de Mora y Aragón,
hermano de la reina Fabiola de Bélgica, se ha lanzado a una nueva aventura política: quiere ser alcaldede Marbella. Aunque el folklórico varón cree que para ser alcalde no hace falta ser político, le va a resultar dificil demostrar al electorado que Marbella, ciudad de dinero, de camareros, de autopistas y de fincas de ciertos políticos, se puede dirigir desde unas zapatillas turcas, un bastón de caoba y una túnica mora que pretende tapar, sin conseguirlo, todo el cuerpo social.
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