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Reportaje:Móstoles, hoy / 1

Agua de pozo para 100.000 habitantes

El pasado día 11, la junta directiva de la Asociación de Cabezas de Familia Vicelles, de Móstoles, celebró una reunión informativa en la que se expusieron diversos problemas por los que atraviesa la población. A esta reunión asistió el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Familiares y delegado provincial de la Familia, en funciones, Juan Antonio Alvarez del Pulgar. En ella estuvo también presente EL PAÍS.

El orden del día de la reunión abarcaba temas generales, tales como el problema del agua, el de los transportes de y hacia Madrid, y el de la asistencia sanitaria. También se abordaron problemas que afectan a determinadas zonas de Móstoles, como son las referentes a la falta de agua, o en malas condiciones; vertido directo de aguas residuales, por falta de una depuradora; alumbrado; enseñanza, y vigilancia nocturna en las calles de la población.Móstoles, que cuenta en la actualidad con una población cercana, si no la supera, a la cifra de los 100.000 habitantes, se abastece de agua por medio de una serie de captaciones subterráneas de pozos existentes a lo largo y ancho de su término municipal e instaladas en diversos terrenos, propiedad de varios vecinos.

Tres son los problemas que este tipo de abastecimiento plantea a los consumidores de este servicio. El primero de ellos es la posibilidad, tal vez cercana, de que los pozos se agoten y dejen a la villa sin agua ', por lo que constantemente se están haciendo nuevas captaciones. Los vecinos se plantean serias dudas acerca de su potabilidad y afirman, que desde luego, aún en el supuesto de que fuera perfectamente consumible «nunca lo será tanto como la que suministra el Canal de Isabel II». En algunas ocasiones, afirman, se ha descubierto, por medio de algunos análisis efectuados la existencia de bacilos de coli, productor de diversas enfermedades intestinales, en el agua que se suministra a los vecinos para su consumo.

Por último, el agua de pozo trae consigo también una repercusión en la economía del consumidor, ya que su precio ronda las 12 pesetas por metro cúbico, en tanto que la suministrada por el Canal llega únicamente a las 7,50 pesetas.

La solución que proponen los integrantes de esta Asociación es que se traiga el agua del Canal hasta Móstoles, ya que está a tan sólo 3 kilómetros, en la cercana población de Alcorcón no es que no interesa hacer esta obra porque los pozos están en terrenos de pro piedad privada?, se preguntan.

Los transportes de y hacia Madrid se encuentran con un problema fundamental, en su opinión, basado en la sobresaturación a la que ya ha llegado la carretera de Extremadura, sobre todo a partir de Alcorcón, donde deja de ser autopista. Y esto ha llegado, afirman, porque se ha construido en Móstoles sin ton ni son, a veces sin que fuera preciso ni el aval bancario.

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Por supuesto, esta saturación trae como consecuencia el que los autobuses de la Empresa De Blasy Cía., concesionaria del transporte por carretera incumpla los horarios que tiene marcados de antemano. Pero a ello se le une el hecho de que las condiciones higiénicas de los vehículos están casi totalmente abandonadas. «Es un transporte borreguil. Casi se podría decir que para subir al autobús hay que coger los zancos para no mancharse». Además, en cuanto la circulación se lo permite, y como tienen que adelantar el horario que llevan arrastrando durante todo el día, los Conductores de los autobuses imprimen la máxima velocidad que pueden a sus vehículos y llegan, en algunos casos hasta a cometer infracciones.

«A pesar de ello, y teniendo en cuenta lo congestionada que va la carretera siempre, hemos llegado a estar una hora en el autobús para recorrer los 3 kilómetros que separan Móstoles de Alcorcón, justo el tramo en que es sólo carretera».

La solución está, en la opinión de los propios vecinos, en la puesta en marcha, cuanto antes, del suburbano que una esta población con Madrid. Pero esta solución es tan sólo un primer paso, puesto que lo único que remediaría en algo el problema sería el desdoblamiento de la calzada de la carretera hasta Alcorcón, que ya fue aprobada por el Consejo de Ministros hace unos meses y que estaba prevista en cuatro años, a partir de éste. Por otra parte, los vecinos reclaman constantemente -y hasta han llegado a producirse diversas alteraciones del orden público por este motivo- un mejor servicio por parte de los autobuses de la empresa De Blas, con una mayor frecuencia, y una más cuidada higiene en los mismos.«

Se ha llegado a dar el caso, en Móstoles, de tener que hacer una traqueotomía con una cuchilla de afeitar, por el simple hecho de que no había un bisturí en todo el pueblo», nos dicen los vecinos como hecho demostrativo de la falta de asistencia sanitaria.

Durante la noche, queda tan sólo un médico de guardia para todo Móstoles, por parte de la Seguridad Social.

Precisamente por sólo existir un médico de guardia, si durante la noche algún vecino reclama sus servicios, lo más normal es que se le conteste que vaya él personalmente al consultorio, pues no puede el médico dejar su puesto durante un tiempo,- por si se da el caso de que otro vecino también lo necesita.

Hasta el momento no ha habido ni una sola campaña de desratización. Ante las quejas del vecindario, el Ayuntamiento contesta que a su disposición se encuentran, en la Casa Consistorial, unos sacos de raticida para que lo empleen en aquellos lugares que crean precisen de una mayor atención.

«Pero esa ha de ser labor de expertos, no de unos simples aficionados a matar ratas, que en definitivas cuentas, somos los vecinos. Y esta labor se ha de desarrollar de una manera continuada, no con un ataque que después se deja. Además, parece que las ratas engordan con el raticida que da el Ayuntamiento. Esta campaña de desratización debería hacerse con el empleo de anticoagulantes, pues de lo contrario, al primer síntoma de envenenamiento, el resto de las ratas dejan automáticamente de comerlo».

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