Gradual deterioro de las relaciones de Francia y la URSS
Es muy probable que cuando los altos mandos militares soviéticos hayan modificado su posición respecto a Francia, los diplomáticos, a su vez, ajustarán también la política a seguir con París. Esta información, procedente de medios moscovitas, muy próximos al Kremlin, dejan entender que el idilio Franco-soviético que vivió su esplendor en los tiempos del general De Gaulle, gracias a los aspectos positivos de su política exterior, se ha desvanecido.El cambio de estrategia de defensa nacional, definido últimamente por el presidente de la República y, de manera más clara, por el jefe del Estado Mayor de los Ejércitos, el general Mery, se da como la razón última y fundamental que «ha hecho descubrir a la Unión Soviética un nuevo adversario: Francia», según interpretó anoche las noticias llegadas de Moscú un observador diplomático francés.
El abandono de la estrategia todos horizontes, y la extensión de la zona de seguridad francesa hasta Alemania del Este, piensan los militares soviéticos que define una nueva «estrategia dirigida contra la URSS» En Francia, los comunistas y, con alguna Variación, los gaullistas, piensan otro tanto, además de considerar que «la reintegración en la OTAN es un hecho», aunque oficialmente se diga lo contrario.
Nadie se hace el inocente en este país, por lo demás: el deslizamiento claro hacia el atlantismo y la revalorización de los medios de guerra clásicos, decididos en el plan reciente, de reforma de la defensa nacional, van en el sentido: «Si un día hay batalla, será contra el Este », se explica oficiosamente.
Parece que el Estado Mayor soviético espera aún que el señor Giscard le demuestre lo contrario, pero sin muchas ilusiones. Otros acontecimientos confirman el cambio irreversible de la estrategia militar francesa. Recientemente, en el mismo momento en que los Estados Unidos enviaban su flota ,al Mediterráneo, el presidente francés sugería que le invitara a destacar tropas al Líbano, hechos considerados en Moscú como eslabones de la misma cadena.
Otro gesto desconsiderado por los soviéticos: la decisión francesa de vender una central nuclear a la República de Africa del Sur, que según el periódico militar Estrella Roja, constituye un intento de reforzar el potencia¡ militar de un régimen racista; abriéndole el camine hacia el armamento nuclear.
Y por fin, la visita la semana última, del ya Citado general Mery, a Pekín, parece que también ha hecho pensar a los dirigentes de la URSS, que es el primer jefe de Estado Mayor, de. un país de la Alianza Atlántica, invitado a China, y la acogida «muy calurosa» de que ha sido objeto por parte de los militares chinos tampoco ha pasado inadvertida a los líderes del Pacto de Varsovia.
En los medios diplomáticos no se dramatiza de momento, pero la luna de miel París-Moscú, tan celebrada cuando De Gaulle estaba contra la OTAN y contra la Alianza Atlántica, aunque los efectos no correspondieran al ver6o, ha pasado a la historia. Los cinco años de pompidolismo fueron una transación pacífica hacia el deteriore, de lo que fueron unas relaciones privilegiadas entre Francia y la Unión Soviética.
