_
_
_
_
Suecia, la socialdemocracia en crisis / y 3

Los partidos "burgueses"

El Partido Centrista (Centerpartiet) proviene de la antigua Alianza de Agricultores. En un principio era el partido de los propietarios agrícolas y en los últimos tiempos su crecimiento se ha debido a la incorporación de amplios sectores de la pequeña burguesía. Su líder es Thotbjrön Fälldin y cuenta con casi un cuarto de millón de afiliados y 90 diputados en la actual legislatura.Los centristas repiten constantemente que ellos no son capitalistas y que es la política socialdemócrata la que, de hecho, beneficia al gran capital. Propugnan la lucha contra la concentración del poder económico y los monopolios, sean privados o estatales, y defienden, la preservación del pensamiento cristiano, el hogar y la familia.

Más información
Una alternativa de centro-derecha: las fuerzas en presencia

En los últimos años, coincidiendo con el despertar de una muy activa conciencia ecológica en todos los países escandinavos, el Partido Centrista ha desarrollado una inteligente campaña en favor de la preservación del medio ambiente y el control de las industrias contaminantes, que le ha hecho ganar mucha audiencia, lo que posiblemente, se traducirá en un avance electoral.

El Partido Liberal (Folkpartiet) sufrió un duro golpe en las pasadas elecciones, en las que perdió cerca del 40 por 100 de sus votantes. Convertido en el más pequeño de los partidos burgueses, con una cifra de afiliados que ha ido descendiendo paulatinamente hasta llegar en la actualidad a 60.000, el Partido Liberal opina, en palabras de su líder, Per AhImark, que Suecia «necesita reformas sociales, pero sin socialismo», haciendo suya una frase que ya pronunciara en 1948 uno de los dirigentes históricos del Partido, Bertil Ohlin. AhImark, en unas recientes deélaraciones al diario Svenska Dagbladet, señaló que la reforma de la política familiar, el mayor cuidado de las clases pasivas y la lucha contra el poder económico privado y estatal serán los tres grandes pilares de su campana electoral de este año. También defienden los liberales una reducción de los impuestos, especialmente en lo que respecta a los Pequeños empresarios.

Pese a que los liberales parecen decididos en esta ocasión a colaborar con centristas y moderados, para algunos sectores de la derecha, el Liberal es un partido que siempre pactará con la socialdemocracia, destruyendo así la posible coalición de centro-derecha. En este sentido, y dando por sentada la alianza moderados-centristas, los liberales son quienes, pese a su escasa magnitud, pueden inclinar definitivamente el fiel de la balanza.

El Partido Conservador (Moderata saralingspartiet), antes llamado simplemente högerpartiet o «partido de derecha», cuenta con unos 130.000 afiliados y ganó diez diputados en sus últimas elecciones. Su programa defiende la propiedad privada, la libre empresa y el pensamiento humanista cristiano. Aunque admite la economía mixta, crítica el rápido crecimiento del sector público.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Su líder, Gösta Bohman, ha hecho de la lucha contra el actual sistema impositivo su principal caballo de batalla. Asegura que con una «nueva filosofía» los impuestos directos no sobrepasarían el 50 por 100 de los salarios en 1980. Critica la pornografia, la degradación de las costumbres y la burocracia, la centralización y el control estatal, que pone en peligro las libertades del individuo.

La política «anti-impuestos » del Partido Conservador le ha atraído en los últimos tiempos a muchos sectores de la burguesía y la pequeña burguesía. En cierto modo, y salvando las distancias, los moderados suecos contactan con otros partidos de Escandinavia, como el «Ander Langens » del Noruega o el del Progreso en Dinarnarca, que han hecho también de la lucha contra los impuestos el principal atractivo para los votantes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_