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Reportaje:Suecia, la socialdemocracia en crisis / y 3

Una alternativa de centro-derecha: las fuerzas en presencia

«Fälldin haría un excelente papel como jefe del gobierno». Un comerciante de Kungsgatan, la calle principal de Estocolmo, expresa así su confianza en el líder del Partido Centrista y asegura que el gobierno de Olof Palme será el gran derrotado en las próximas elecciones. Para un simpatizante del Partido Comunista, la derrota de los socialdemócratas es más probable, lo que, en su opinión, se tienen bien merecido, «porque Palme ha desarrollado una política exterior que podría denominarse gauchiste, pero ha defendido, en el interior, la. supervivencia del capitalismo».Un militante socialdemócrata, del ala izquierda del partido, explica la crisis ideológica de la socialdemocracia: «Desde que, en 1889, se creó el partido, se defendieron dos principios fundamentales: la jornada de ocho horas y el sufragio universal. Contrariamente a lo que sucedió a otros partido hermanos, los socialdemócrata suecos consiguieron en 1918 el sufragio universal, y un año después la jornada de ocho horas. Además participaron en el gobierno, parcialmente, desde 1917, y formaron su propio gobierno en 1920. Esto ha hecho que el partido desarrollara una línea reformista que, si nos ha llevado a la sociedad del bienestar, no nos ha llevado al verdadero socialismo».Con sus 156 diputados en la legislatura actual y su casi millón d afiliados, el Partido Socialdemócrata es, con gran diferencia, el mayor del país. En un principio, el partido surgió como un mero aglutinante sindical de los movimientos obreros, e incluso cuando, en 1898, se creó la Landsorganisationen (LO), central sindical obrera, la afiliación al partido era obligatoria para los miembros del sindicato. Aunque posteriormente, se suprimió esta afiliación obligatoria, es muy raro, incluso hoy día, que un miembro de la LO no pertenezca al partido.Aunque sufrió algunas escisiones a raíz de la revolución soviética -con grupos que entraron en la III Internacional-, el Partido Socialdemócrata optó por una línea reformista y colaboró en las tareas de gobierno con otros partidos, perdiendo cualquier ímpetu revolucionario. Sus logros económicos contribuyeron a afianzarle en el poder y, hasta el momento al menos, Sin que le Inquietaran lo más mínimo sus adversarios burgueses.

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Los partidos "burgueses"

Desde principios de la actual década, sin embargo, las cosas han cambiado y los socialdemócratas necesitan de los comunistas para poder gobernar. En la actual legislatura, al estar el Riksdag dividido en dos bloques iguales y enfrentados, ha habido, en ocasiones, que recurrir a la suerte para decidir la aprobación o no de un proyecto que obtenía igual de votos a favor que en contra. Para la próxima legislatura se resolverá este problema mediante un número impar (349 en vez de 350) de diputados.

El sexto programa del Partido Socialdemócrata fue aprobado en el congreso del otoño de 1975. Hacía quince anos que no se había renovado y, seguramente, se hizo con la idea de ofrecer un aspecto renovado a los electores de cara a las elecciones de septiembre de este año.Gunnar Nilsson, presidente de la LO, y Olof Palme firmaron un llamamiento conjunto al pueblo de Suecia el pasado 8 de enero, en el que informaban del nuevo programa socialdemócrata: pleno empleo, economía fuerte, autonomía municipal, reforma social, preservación del medio ambiente, etc. Y, como líneas maestras del programa: libertad, igualdad, solidaridad, democracia y trabajo.

Compañero de viaje

Para llevar a la pr áctica su flamante programa, la socialdemocracia necesita los escaños comunistas en el Parlamento. Si los hay, porque las predicciones electorales son que los comunistas se verán en apuros para conseguir ese 4 por 100 de los sufragios necesario para tener acceso al Riksdag.

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Para el líder comunista Lars Werner, la socialdemocracia es un mal menor, y no oculta que preferiria un gobierno más a la izquierda del actual, pero justifica su apoyo al partido dé Olof Palme para impedir a los partidos burgueses acceder al poder.

Intelectuales y estudiantes. son en su mayoría los componentes del Partido Comunista sueco, que cuenta con unos 16.000 afiliados. En los últimos tiempos, sin embargo, el partido se ha visto seriamente dañado por una polémica interna que podría desembocar en una escisión entre las células del norte del pais, que siguen una línea ortodoxa, stalinista, y las restantes, que, a partir especialmente de 1972, han optado por un tipo de comunismo más Independiente y reformista. Esta crisis interna puede restarle votos al partido y, por tanto, a la socialdemocracia, dejando en una posición más favorable a los partidos burgueses.

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