Terminaron las conversaciones exploratorias
«Hoy hemos dado por terminado el período de reuniones exploratorias», declaró ayer Alberto Ullastres, embajador de España ante la CEE, al término de una sesión de trabajo entre una delegación española y otra comunitaria que preparó el contenido del mandato que, una vez aprobado por el Consejo de Ministros de la CEE, permitirá la verdadera negociación de un protocolo adicional que adapte el Acuerdo Comercial preferente España-CEE de los «seis» a la realidad actual de la CEE de los «nueve».La Comisión europea podría presentar su proyecto de mandato al Comité de Representantes Permanentes (COREPER) dentro de dos semanas. Los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, organismo comunitario al que corresponde dar luz verde a las propuestas de la Comisión, podría tratar el tema en su próximo encuentro del 28 y 29 dejunio, en Luxemburgo. No se excluye que las cosas vayan algo más lentas (probablemente los países «agrícolas» de la CEE, como Francia e Italia, pondrán objeciones a las demandas españolas) y el Consejo de Ministros no vería el asunto hasta su reunión del 19 y 20 de julio.
Calendario
Sólo después de la aprobación por parte del Consejo de Ministros, comenzarán las negociaciones entre España y la CEE. Lo cual, desde un punto de calendario, nos llevará al primer encuentro para finales de julio, en el mejor de los casos, o a la primera quincena del mes de septiembre, ya que durante el mes de agosto la actividad comunitaria queda totalmente paralizada. Ullastres ha explicado que los comunitarios están de acuerdo en los principios rectores de la negoclación. Es decir, tomar como base el acuerdo de 1970, extendiéndolo a la totalidad de la CEE, considerar la problemática agrícola que crea a España la entrada de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca al Mercado Común, y solicitar contrapartidas industriales a España.
En lo agrícola, España insiste por mantener las ventajas que la CEE ofrecía en la primavera de 4974, cuando se trataba de negociar un acuerdo, de libre cambio industrial (idea que desaparece, ante las promesas españolas de solicitar una adhesión total al Mercado Común, cuando lo permita la normalización de la vida democrática en España).
En industria, la delegación española, sin avanzar porcentajes, ha dejado entender que dará concesiones a la CEE dentro de unos límites modestos, según el propio Ullastres.
Madrid acepta también la negociación de una serie de reducciones mutuas moderadas para los productos siderúrgicos, derivados, del tratado de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, CECA.
Los márgenes de concesiones por ambas partes tendrán en cuenta, en todo momento, el sostén de un equilibrio. entre lo agrícola y lo industrial. O sea, entre lo que la CEE va a dar a España en agricultura e industria, y lo que, España deberá ofrecer en industria y, en menor medida, también en agricultura (algunos países comunitarios insistirán en lograr mejores ventajas para, quesos, cereales y otros productos de base).
Rapidez
«Todo se está haciendo con vistas a una demanda de adhesión futura de España al Mercado Común», dijo Ullastres, recordando que se desea, por ambas partes, que la negociación actual de adaptación del acuerdo comercial preferente de 1970, sea lo más rápida y sencilla posible.
La pelota está de campo comunitario. Hay que esperar la aprobación del mandato. Sin embargo, no hay que olvidar -como ha dicho Ullastres- que la óptica de todo está en función de una posible entrada de España al Mercado Común. Lo cual quiere decir, teniendo en cuenta sus condicionantes políticos, que una perturbación del programa democratizador en España tendría consecuencias, incluso, para las actuales negociaciones, que siguen siendo puramente comerciales.
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