España teme la eliminación de "statuo quo" comercial con Inglaterra

«No se trata de ninguna información secreta, pero tampoco para ser difundida de manera inmediata», me dijeron en medios de la misión de España en Bruselas, al interesarme por el contenido general de una documentación de ocho cuadros que la delegación española presentó a la comunitaria, en su programa de negociación de un protocolo adicional al cuerdo comercial preferente España-CEE.El «grupo de trabajo» hispano-comunitario se reunió durante dos horas, de tres a cinco de la tarde del lunes, para intercambiar informaciones técnicas. Su objetivo consiste en «limpiar el terreno» para agilizar las negociaciones plenarias, cuya próxima sesión está prevista para el 2 de junio.

Las líneas generales de la actual fase de contactos técnicos entre españoles y comunitarios se mueven en las coordenadas siguientes: España quiere mantener sus ventajas tarifarias para la exportación agrícola destinada a Gran Bretaña, -y en menor medida- Dinamarca e Irlanda, que son los tres países no cubiertos por el acuerdo, comercial preferente de 1970, que sólo se aplica a los seis paises fundadores de la CEE.

La Comunidad, por su parte, no parece dispuesta a ceder en el terreno agrícola, si no obtiene contrapartidas industriales para sus exportaciones hacia España.

Ante esas dos posiciones, se barajan varias hipótesis de trabajo. La delegación española, en sus ocho cuadros presetados hoy a los expertos de la Comisión Europea, definiría sus aspiraciones de manera concreta y cifrada. Ilustraría:, al parecer, las consecuencias graves que podría, tener para ciertos productos agrícolas españoles una alineación de la tarifa aduanera británica -actualmente más baja que la tarifa CEE- a la tarifa exterior común de la CEE.

Estos cuadros -¿de lamentaciones?- que no se califican oficialmente de «secretos», pero que tampoco se dejan ver a los informadores, podrían constituir el argumento clave en el que se expusiera con claridad el peligro que supone para ciertos productos del campo español la eliminación del actual «statu quo» -que España desearía mantener, pero al que se oponen franceses e italianos- que actualmente rige entre el comercio hispano-británico.

¿Tiene miedo la Administración española de dar a conocer a la opinión pública del país la relación cifrada de lo que puede costar seguir al margen de las Comunidades Europeas, con la que nos preparamos para firmar un nuevo «parche»? El rigor de precauciones informativas que sigue practicándose en medios españoles de Bruselas a todo lo que hace referencia a temas España-Mercado Común inclina a pensar que hay miedo, a nivel oficial, de explicar ahora lo que se pide... y tener que justificar mañana lo poco que se obtenga.

La delegación comunitaria anunció hoy que será necesario un estudio previo de los expertos, antes de juzgar con toda su amplitud la demanda española.

En medios comunitarios se piensa que durante el mes de junio la comisión podrá elaborar un mandato de negociación, para presentarlo al Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de finales de junio, en Luxemburgo. Sólo después de aprobado el mandato por parte del Consejo de Ministros comenzaran las verdaderas negociaciones del protocolo adicional al acuerdo comercial preferente de 1970.