Descubierto otro supuesto caso de espionaje en Alemania Federal
Aún sin agotar los ecos del caso Helge Berger, la empleada del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania Federal detenida hace unos días por supuesto espionaje en favor de la República Democrática Alemana, otro nuevo episodio del mismo género acaba de ser descubierto.Según se informó ayer, el pasado primero de mayo fue suspendido de sus funciones el jefe de sección del Servicio de Información de la República Federal, Jurgen Von Alten, sin que el ministerio fiscal que instruye el sumario correspondiente haya facilitado todavía detalles sobre las razones de tal medida.
Como consecuencia de ello se ha producido un auténtico alud de especulaciones ante lo que se supone que constituye un nuevo caso de espionaje. En un principio se pensó que el «caso Von Alten » estaría relacionado con el de Helge Berger, pero esta hipótesis fue desmentida, señalándose que no hay relaciones entre ambos.
Jurgen Von Alten trabajó en la embajada alemana en Moscú desde 1961 hasta 1965 y más tarde fue miembro de la delegación alemana que, bajo la dirección de Egon Bahr, negoció los tratados con el Este de Europa.
Silencio oficial
Según algunos rumores, Von Alten utilizó en Moscú los servicios de una profesora de ruso, que más tarde sería descubierta como agente del servicio secreto soviético. Las conjeturas en torno al «caso Von Alten» siguen y aumentan, visto el silencio por parte de las autoridades.Ahora bien, parece que «debe haber algo», ya que no es normal que se dé publicidad a la suspensión, temporal o definitiva, en sus funciones de un miembro del Servicio de Información que, por lo demás, sigue en libertad y niega cualquier tipo de «actuación» en favor de otra potencia. Es natural que el silencio con que se cubre el nuevo affaire haya provocado, pues, la curiosidad de los medios de comunicación, dando lugar a rumores más que nada sensacionalistas.
Cierto es que, por su especial situación geográfica, la República Federal Alemana constituye un terreno abonado para los servicios de información de los países allende el «Telón de Acero». El número exacto de agentes, como es natural, no es conocido, pero se estima entre 10.000 y 20.000.
Por otra parte, se insiste en que los servicios secretos extranjeros utilizan en Alemania Occidental cada vez más mujeres, presunción lógica si se tiene en cuenta que, sólo en la capital federal trabajan casi 30.000 secretarias en depedencias estatales o paraestatales.
Comparado con el caso de la secretaria Helge Berger, se considera bastante más grave el de Jurgen Von Alten, por su especial situación en el Servicio de Información y por su participación en las conversaciones con los países socialistas europeos. Este nuevo supuesto caso de espionaje aumentará sin duda la preocupación por la situación interna de los servicios secretos germano-occidentales con el subsiguiente peligro de un «histerismo colectivo», capaz de arruinar más de una existencia humana en este país.
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