El director general de Universidades partidario del contrato para los PNN
La entrevista de la comisión negociadora de PNN con el nuevo director general de Universidades, señor Zorita, transcurrió en un clima de cordialidad. El Ministerio de Educación y Ciencia ha prometido dar plazos para sus promesas en la próxima reunión con los no numerarios, que será a primeros de junio.
«Yo soy decididamente partidario del contrato laboral para los PNN y pienso que la existencia de un cuerpo único de enseñantes sería lo menos problemático para el Ministerio. Pero como no quiero dar el paso y que me digan que es ilegal, he pedido un dictamen de la Comisión Superior de Personal de la Presidencia del Gobierno», manifestó el director general de Universidades, señor Zorita, a la comisión negociadora de PNN de Universidad, con la que se reunió el lunes. «Tras las consultas jurídicas realizadas -siguió el señor Zorita- unos dicen que el contrato laboral para los no numerarios es imposible y otros, apoyándose en la Ley de Relaciones Laborales, dicen que es ineludible».Con respecto a las comisiones de contratación de profesorado, paritarias y tripartitas, el director general dijo que era favorable al ,espíritu del télex que envió, su antecesor, señor Ferraté, a los rectores y que ratificaría su contenido. Además, se comprometió a aclarar definitivamente este tema tras el Consejo de Rectores de hoy, aunque pidió a los PNN que cedierafsen la cuestión de las comisiones tripartitas, sobre todo en lo relativo a la presencia de los alumnos y al porcentaje de no numerarios en las mismas.
El director general dio una visión de lo que él consideraba que era la situación actual de la Universidad española y señaló tres problemas fundamentales: los cuerpos de funcionarios, que «han destruído la vida universitaria» e impedido la constitución de equipos y son una traba para el buen funcionamiento de la Universidad; los órganos unipersonales de gobierno -rectores y decanos, fundamentalmente- con unos estatutos universitarios poco claros y muy diferentes en cada distrito, aunque en este punto el director general no manifestó muy claramente cómo sustituir los actuales órganos por otros más participativos; y la centralización existente, cuestión política ante la que, a juicio del señor Zorita, se plantean dos opciones: cambio total o evolución. El director general se mostró partidario de la segunda de estas opciones: «Yo vengo a reformar en profundidad, pero no desde posiciones maximalistas»,
La reforma -dijo el señor Zorita- requiere, entre otras cosas, lesionar los intereses de los cuerpos y contar con una ayuda que, en su mayor parte, el Ministerio cuenta con que venga de los PNN; cuyos intereses coinciden con los que ahora mismo contempla el Ministerio. «Quiero una Universidad europea y democrática con todas sus consecuencias», dijo el señor Zorita.
El director general de Universidades anunció la celebración de un gran debate conjunto de todos los estamentos que podría estar en funcionamiento para octubre y centró la reforma en tres puntos: 1) el acceso a la selección del profesorado. Hay que acabar con el actual sistema de oposiciones y buscar otro que, según el señor Zorita, podría aproximarse, a su juicio, al alemán: emisión de un título de docencia y contratación autónoma por parte de las universidades; 2) participación de los distintos estamentos en la Universidad: los rectores deben ser sólo gestores de los acuerdos claustrales y sus cargos han de ser renovables cada poco tiempo; 3) autonomía: posibilidad de que las universidades contraten libremente su profesorado, seleccionen a los alumnos, hagan los programas y administren sus fondos.
Estos tres temas -contratación, gestión y autonomía- irían al gran debate nacional de todos los estamentos de enseñantes.
El director general, prometió no tomar ninguna medida por sorpresa durante el verano.
Los no numerarios de escuelas universitarias de EGB expusieron su preocupación por la próxima aprobación del decreto de integración de los catedráticos de Instituto en sus escuelas. El señor Zorita manifestó que se trataba de un borrador elaborado por una comisión no representativa y que tenía, por tanto, muy poco valor, aparte de que antes de ser aprobado tendría que pasar por diversas instancias ministeriales y que él lo vetaría, ya que no tenía en cuenta ni los intereses de los niños, a los que se iban a colocar unos profesores no preparados para ellos, ni de la Universidad.
El director general de Universidades terminó diciendo que le había sorprendido la huelga de escuelas universitarias de EGB por alarmista y anunció para el viernes -fecha en que se reunirá con los de EGB- una declaración sobre el tema.
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