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No a las nacionalizaciones y sí al control democrático

Seis formaciones políticas no legalizadas, que pueden calificarse como de centro y centro izquierda, respondieron ayer tarde a un grupo de periodistas acerca del contenido de sus programas económicos. La reunión había sido convocada por la Agrupación de Periodistas de Información Económica, al igual que la celebrada él pasado jueves- con representantes de la izquierda.

En esta ocasión comparecieron: Eduardo Merigó, por el Partido Demócrata (Garrigues), José María Trabacete por Izquierda Demócrata Cristiana; Ubaldo Nieto, por el Partido Liberal, Jesús Prados Arrarte por el Partido Socialdemócrata Español, Ignacio Camuñas por el Partido Demócrata Popular y Alberto Cercós y Francisco Fernández Ordóñez por los grupos socialdemócratas que negocian la fusión para constituir un partido de este signo. El PSOE, histórico, excusó la participación por el hecho de que actualmente se revisan los planteamientos programáticos del partido.En general, todos los grupos se mostraron partidarios de la economía de mercado, recelosos de disposiciones nacionalizadoras y decididos por medidas tendentes al control de la actividad económica tanto pública como privada.

A la hora del diagnóstico sobre la situación de la economía española hubo también coincidencia al destacar el paro, el déficit de la balanza de pagos y la inflación como temas claves. La unanimidad se repitió a la hora de criticar la policiaca del Gobierno en materia económica, así como el presentar la necesidad de reformas (fiscal, agraria, potenciación del sector público, financiera, de la empresa, sindical, etc.).

La crítica más dura quizá fuera la del profesor Prados que destacó lo que en su opinión es el proceso de «iberoamericanición española que presenta síntomas alarmantes». En su opinión, el Gobierno no ha sabido enfrentarse a la inflación y ha entrado en el cauce peligroso del desarrollo con inflación sin capacidad para luchar contra ésta.

Señaló que el PSDE (Partido Socialdemócrata Español) carece en estos momentos de un programa definido en materia económica, ya que es un partido de cuadros, en fase de organización. Pensando en los tres millones de jubilados, posibles votantes, el PSDE insistirá en la necesidad de un control serio de la inflación. Se calificó de socialista no marxista y se mostró receloso de la política de nacionalizaciones.

Desde otro lado de la Social democracia, Francisco Fernández Ordóñez presentó un diagnóstico de la situación económica y señaló un decálogo de transformaciones necesarias de la economía española. Calificó a la Socialdemocracia de Partido pragmático que «con los pies en la realidad y el socialismo en la cabeza» (parafraseando a Jaures) ofrece soluciones válidas. Destacó que al margen de la ideología de cualquier economista, hay puntos de confluencia inevitables.

El punto de partida de un programa es la necesidad de un crecimiento sostenido de la economía española a ritmos superiores al 5 por 100 para garantizar un empleo adecuado.

Las transformaciones básicas propuestas por e 1 señor Fernández Ordóñez son las siguientes:

Vigorización del sector público, suprimiendo intervencionismos burocráticos injustificados. Planificación descentralizada. Política fiscal capaz de hacer posible el primer punto y de apoyar la redistribución de la renta. Formulación de una política, energética global del país que tenga en cuenta los nuevos descubrimientos de hidrocarburos nacionales. Control de los sectores monopolísticos y oligopolísticos donde se produzcan alteraciones del mercado. Integración en la CEE.

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