Serie de atentados en Alemania e Italia

Una bomba hizo explosión en unas galerías comerciales de Munich en la madrugada de ayer ocasionando graves daños materiales, pero ninguna víctima.

El artefacto fue colocado en un compartimento de equipajes situado en la zona comercial del Metro de la ciudad muniquesa. En el momento de la explosión, la galería estaba cerrada al público.

La policía atribuye el atentado a elementos anarquistas, que han iniciado una campaña de actos terroristas desde el fallecimiento, el domingo pasado, de la dirigente anarquista Ulrlke Meinhof.

A lo largo de toda la semana se han registrado diferentes atentados en otras tantas ciudades de la República Federal Alemana, e incluso se tomaron extremas medidas de seguridad en el encuentro de fútbol que disputaron el pasado miércoles en Glasgow el Bayern Munich y el Saint Etienne, después de que se tuviesen noticias de que un grupo anarquista pensaba cometer un atentado.

Ante estos acontecimientos, el Gobierno federal, a través de su portavoz oficial, Klaus Boelling, anunció que reaccionará «con toda dureza» ante posibles nuevos actos terroristas relacionados con la muerte de Ulrike Meinhof, que se suicidó en una cárcel de Stuttgart.

Boelling anunció en una rueda de prensa que, a pesar de todo, la represión de los actos terroristas es de competencia de los diferentes, estados regionales.

Hoy será enterrado el cadáver de Ulrike Meinhof en el cementerio protestante de Marlendorf, en Berlín occidental. Desde las eras horas de ayer, la ciudad apareció repleta de carteles y Pasquines en los cuales se calificaba de «asesinato» el suicidio de la dirigente-anarquista. Los mismos carteles convocaba en una manifestación con motivo del entierro.

También en Italia

En la madrugada de ayer hicieron explosión dos bombas, en sendas empresas alemanas, en la localidad de Milán. La primera, en las puertas de acceso a una concesionaria de Wolkswagen, y la segunda contra la fábrica de bujías Bosch.La policía italiana no consiguió identificar a los autores, pero mantiene como muy probable que las dos explosiones tengan relación con la protesta desencadenada por la muerte de Ulrike Meinhof, por diferentes grupos anarquistas.