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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Pedimos responsabilidades

Una información de la agencia Cifra sobre los sucesos del domingo en Montejurra señalaba que la cumbre de la montaña «estaba tomada, al parecer desde el viernes pasado por la mañana, por unas cincuenta personas, armadas con pistolas y metralletas». En los enfrentamientos hubo un muerto y varios heridos de gravedad. Y es hora de preguntarse: ¿cómo es posible que el Gobierno Civil de Pamplona, que había prohibido los actos políticos carlistas y sólo permitió el Via Crucis religioso, permitiera también en cambio, la existencia de un numeroso grupo armado en la cumbre del monte durante todo el fin de semana?Las autoridades navarras sabían de la intención de los carlistas no fieles a don Carlos Hugo de acudir también este año a Montejurra. Conocían la tensión existente y la posibilidad de enfrentamientos, que EL PAÍS sugería ya en su primera página de la edición del pasado domingo. Es incomprensible que cincuenta personas con metralletas estuvieran en el monte desde el viernes y el Gobierno Civil no lo supiera. Y en cualquier caso la ignorancia resultaría aún más inaudita y más culpable que la tolerancia del hecho.

El pasado sábado salieron de la cárcel, después de un mes de arresto sustitutorio por impago de multas, los profesores Tamames y Triana y el director de cine Bardem. Pretendían encabezar una manifestación pacífica no autorizada en las calles de Madrid y fueron multados severamente. Nos preguntamos qué multas han de ponerse a los organizadores de esta sangrienta romeria y cuántas personas han sido detenidas tras el homicidio del domingo en Montejurra.

Con todo respeto, pero con toda energía también, solicitamos que el Gobierno aclare las circunstancias que rodearon los sucesos de Montejurra: quiénes y cuántos componían las bandas- armadas que tomaron la cima, si dispararon los partidarios de ambos grupos carlistas o sólo los de uno, y los de quién en ese caso; en qué consistió la intervención de la Fuerza Pública y razones por las que esta vez no se practicaron detenciones, o no se dice que se practicaran; quiénes fueron los detenidos en caso contrario, si se les encontraron armas, qué tipo de armas y dónde pudieron obtenerlas. Y por qué si el gobernador civil sabía, como reconoce en la nota oficial, que graves sucesos podían tener lugar en Montejurra, hay que contabilizar víctimas y víctimas irreparables. Como se hace en todo Estado de Derecho, pedimos simplemente esto: responsabilidades.

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