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"Es fundamental ordenar los mercados de materias primas"

«Mi país comprende y siente las necesidades del mundo en desarrollo, puesto que en alguna medida siguen siendo problemas suyos», declaró el ministro de Comercio, Leopoldo Calvo Sotelo, en su intervención ante la IV Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo, UNCTAD.España, como país importador de productos energéticos y de materias primas, considera uno de los temas de mayor importancia, de la asamblea internacional de Nairobi el de los productos básicos. En este sentido, Calvo Sotelo subrayó que es fundamental una ordenación de los mercados de materias primas, para alcanzar un nivel de precios estable y lógico, que sea al mismo tiempo remunerador para los países exportadores.

La cooperación entre naciones en vías de desarrollo es otro de los sectores en el que se puede lograr avances notables. «Un instrumento válido para ello es el protocolo de preferencias arancelarias entre países en desarrollo instrumentado en el seno del GATT» (Acuerdo general sobre aranceles y comercio). «España -añadió- no está plenamente dispuesta a profundizar en este tipo de concesiones, ofreciendo aplicarlas con un criterio de reciprocidad relativa.» Es decir, España no espera contrapartida de los países de menor desarrollo relativo y no exige compensaciones totales a los demás países en vías de desarrollo, que no hubieran alcanzado el nivel superior dentro del grupo de firmantes del protocolo.

En cuanto al tema de la transferencia de recursos financieros, España considera que las nuevas circunstancias «exigen romper moldes consagrados, más por el uso que por su racionalidad». Sobre este punto, Calvo Sotelo apuntó que los países en desarrollo no productores de petróleo se ha agravado considerablemente y que los estrangulamientos en la balanza de pagos amenazan con limitar muy seriamente la capacidad de crecimiento de estas naciones.

Para compensar, siquiera parcialmente el deterioro de la balanza de pagos de los países del Tercer Mundo, Calvo Sotelo puso de manifiesto que era vital incrementar el flujo real de recursos de ayuda a estos países. El ministro español de Comercio distinguió entre las naciones que se hallan todavía en el umbral de la supervivencia física y las que se encuentran ya en vías de desarrollo. Por tanto, para las primeras hay que reservar la mayor parte de la ayuda -subrayó-. Después de aludir al tema de la transferencia de tecnología, como punto fundamental, Calvo Sotelo se detuvo en la posible modificación institucional de la UNCTAD, ya que la situación actual, «distinta en tantos conceptos de la que determinó su constitución, exige una readaptación.

Kissinger propuso el establecimiento de un depósito bancario de mil millones de dólares (más de 67.000 millones de pesetas) para promover el desarrollo de los recursos de las naciones más pobres, así como un depósito de materias primas.

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