Los enseñantes prefieren un sindicato unitario a un sindicato único
Los trabajadores de la enseñanza -profesores de Universidad, institutos, Educación General Básica y enseñanza privada- pueden plantear acciones conjuntas de cara al próximo curso. Parece que esta tesis prevaleció sobre la que propugnaba la inmediata formación de un sindicato único en la asamblea de enseñantes de ayer.
Ayer se reunió, en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, la asamblea de enseñantes de Universidad, Bachillerato y Educación General Básica, tanto de centros estatales como privados A la asamblea asistieron más de cuatrocientos profesores.La reunión debía examinar las cuatro ponencias presentadas: control y gestión democrática de la enseñanza, sistema educativo, situación laboral y constitución de un sindicato de la enseñanza. Esta última fue la más debatida, ya que, al parecer, el grupo más interesado en la constitución de un sindicato de enseñantes era el Partido del Trabajo, y los demás podían considerar más interesante la unidad mientras los distintos partidos seguían encuadrados en sus sindicales (UGT, USO, etc).
La ponencia sobre control y gestión democrática de la enseñanza, afirmaba que la escuela no puede permanecer aislada de la marcha de la sociedad y que no debía ceñir sus funciones a la impartición de horas lectivas, sino abrirse, a los vecinos del barrio en que se encuentra. Es necesario que la enseñanza tenga en cuenta el entorno social y que los profesores y alumnos gocen de la mayor libertad posible para determinar el contenido de los métodos pedagógicos. «Sólo los profesores, alumnos y padres deben intervenir en la asignación de los contratos al profesorado y en el control de su rendimiento, en términos estrictamente profesionales».
La ponencia sobre el sistema educativo se identificaba con el documento del Colegio de Licenciados una alternativa para la enseñanza». Y así, afirmaba la necesidad de la escolarización pública, gratuita y obligatoria desde los 4 a los 16 años; extensión progresiva de la educación preescolar, democratización de la enseñanza superior, formación permanente y rechazo de la selectividad, entre otros puntos.
El estudio de la situación laboral llegaba a la conclusión de que había que establecer un mínimo de 30.000 pesetas de salario para la dedicación exclusiva de cualquier profesor.
El principal de los problemas planteados fue el de la sindicación, en qué momento hacerla y si ir a un congreso sindical constituyente desde las organizaciones ya formadas o a partir de las asambleas de base. Prevaleció ésta última postura y la necesidad de plantear mas un sindicato unitario -unidad de acción- que un sindicato único unidad, formal.
Los cuatro niveles de enseñantes -Universidad, Institutos, profesores de EGB estatales y profesores de enseñanza privada- se mostraron acordes en siete puntos que figuraban en las plataformas reivindicativas.
Los cuatro niveles de enseñantes -Universidad, institutos, profesores de EGB estatales y profesores, de enseñanza privada- se mostraron acordes en siete puntos que figuraban en las plataformas reivindicativas respectivas: contrato laboral y estabilidad en el empleo; incremento salarial a un mínimo de 30.000 pesetas; gestión democrática de la enseñanza; sindicato unitario de los trabajadores de la enseñanza; escolarización total gratuita y rechazo de las normas de la selectividad y de la enseñanza autoritaria, al tiempo que se pidió un aumento de las plantillas para hacer una auténtica renovación
Las cuatro ponencias presentadas irán de nuevo a las bases para plantear, de cara al próximo curso, acciones unificadas de todos los trabajadores de la enseñanza.
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