CHARLES MINGUS

Un nuevo álbum de Charlie Mingus es siempre novedad: y si además es doble mucho mejor. Mingus es uno de esos músicos que jamás decepciona, que siempre intenta aplicara su música los resultados de sus constantes investigaciones, impulsando a sus músicos, todos mucho más jóvenes que él, con la fuerza Y el dominio instrumental que posee como contrabajista. Tocar con un músico del poder rítmico y de la concentración mental de Mingus supone el tener asegurado un apoyo básico, fructífico y constante creador de ideas. Es sorprendente este furor por avanzar, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos ante un hombre que cumplirá dentro de pocas semanas sus cincuenta y dos años.Por otra parte, Mingus utiliza siempre la amplia experiencia que posee y que proviene de las diversas formaciones en las que ha participado: desde un dúo, frustrado, con el pianista Art Tatum, hasta sus grandes concentraciones orquesta les, pasando por el trío, el quinteto y los grupos de siete a diez músicos. Emplea aquí la que quizá sea su forma favorita, el quinteto y cuenta con la ayuda de su viejo amigo, el batería Dannie Richmond. Su música es sorprendente, difícil, compleja, envolvente, sutil. El mundo de Mingus ofrece muchas cosas: blues, admiración inexcusable por Ellington, baladas (qué hermoso es, al respecto, el tema Sues Changes) un recuerdo a la música de iglesia tan querida por el pueblo negro americano: Mingus ofrece soluciones a la rutina diaria, pero no nos da tranquilidad; nos incita a pensar, a escuchar, a entrar dentro de nosotros para conocer nos mejor.