Y entre mucho ruido y poco tenis, llega Miami
La denuncia de los jugadores a los estamentos agita de nuevo un deporte marcado en los últimos tiempos por las convulsiones, a la par que se refuerza el nuevo ciclo


Nick Kyrgios no ganaba un partido desde el 6 de octubre de 2022, es decir, hace dos años y medio, de ahí el valor de lo conseguido en la primera ronda de este Masters de Miami que poco a poco despega. “No voy a mentir, he estado a punto de llorar tras el partido porque si pienso en todo por lo que he pasado… Estuve durante 12 semanas sin poder mover la muñeca y los médicos me dijeron que no podría volver a jugar al tenis”, afirmó tras batir a Mackenzie McDonald (3-6, 6-3 y 6-4) el paradójico australiano, el mismo chico que se cansó de expresar su desapego hacia el tenis y que ahora no se imagina la vida sin ello, como si fuera a perder al final su juguete. En todo caso, hoy su victoria queda como algo meramente testimonial, a la sombra de las manifestaciones que hizo el día anterior, cuando se refirió a la denuncia interpuesta por el sindicato de jugadores (PTPA) contra los principales estamentos de su deporte, ITF, ATP, WTA e ITIA.
“Lo hacemos por el futuro del tenis, no estamos contentos y las cosas deben cambiar”, exponía Kyrgios, mientras todavía resonaban las acusaciones del escrito presentado por la citada asociación —“abusos sistemáticos, prácticas anticompetitivas o flagrante desprecio” hacia los profesionales, entre otras— y desde el otro costado, el de los organismos, se defendían. “Han optado sistemáticamente por la división y la distracción a través de la desinformación, en lugar del progreso”, señalaron desde la ATP. “La acción es lamentable y equivocada”, agregaban desde la WTA. Esto es, ruido y más ruido, más gasolina para un deporte al que últimamente acompañan con demasiada frecuencia los titulares amarillos, salpicado de terminología excesiva y grandilocuente; todo es “tremendo”, “histórico” o “guerra”, a ritmo de “suplicio”, “destrozo”, “máxima tensión” o “agonía”. La pobre Andreeva es ahora, al parecer, una creación traducida en un “monstruo”. Los clics, claro.
No hay preámbulo o transcurso de ningún torneo con tranquilidad, que se ciña estrictamente a lo que ocurre en las pistas. El tenis parece no ser motivo suficiente. Así que, últimamente, la cojera de Novak Djokovic rumbo al aeropuerto de Doha o el cuestionamiento de sus lesiones adquieren más peso que su deficitario rendimiento; también se proyectó como poco menos que un conflicto diplomático un empujón sin mayores consecuencias durante la serie entre Chile y Bélgica; y asoman una y otra vez frases escabrosas a raíz de las amenazas por las apuestas y las salidas de tono puntuales de algunos tenistas. Vídeos, chismes, amoríos, viralidad. Que no falte de nada. No ha ayudado, por supuesto, el devenir de los acontecimientos. Se cerró el curso anterior con el positivo por dopaje de dos números uno, Jannik Sinner e Iga Swiatek, y recientemente se aplicó un castigo de tres meses al italiano, mientras la rumana Simona Halep, también sancionada, se retiraba al tiempo que denunciaba un trato desigual.
Welcome back to Miami, Carlitos ☀️@carlosalcaraz #MiamiOpen pic.twitter.com/knrD9RL8d7
— Tennis TV (@TennisTV) March 18, 2025
Pendiente ahora de qué dirección tomará la denuncia de la PTPA, de si llegará realmente a algún sitio o no, y envuelto en esa constante pátina de polémica, el tenis perfila entretanto un atractivo devenir que va cogiendo forma. La final de Indian Wells entre Jack Draper y Holger Rune —la primera de un Masters 1000 entre dos jugadores de este siglo— refuerza las bases del nuevo escenario y el título logrado por el inglés el pasado domingo ahonda en la sensación de que a Sinner y Carlos Alcaraz se les pueden empezar a subir a las barbas otros jóvenes que han llegado con fuerza y sin mochilas, a diferencia de la generación intermedia. “Creo que la clave es que ha mejorado físicamente; su confianza ha crecido y mentalmente puede competir durante todo el partido”, le elogia el español, que debutará la próxima madrugada (no antes de las 1.30, Movistar+) frente al veterano David Goffin, mientras Djokovic aguarda al choque con Rinky Hijikata. Uno y otro no se cruzarían hasta una hipotética semifinal, posibilidad hoy día lejana.
Alcaraz se desmarca
Los dos acaparan el foco masculino, a la par que el desarrollo del torneo subraya los nuevos vientos con el triunfo obtenido por el precoz e italiano Federico Cinà, del 2007, y el primer desfile del brasileño João Fonseca (18), al que se le adivina una trayectoria excepcional. En todo caso, ninguna campanada ha tenido tanta sonoridad en las últimas fechas como la protagonizada por Mirra Andreeva, campeona en Dubái y California, de mil en mil a los 17 años. Instalada ya en el sexto peldaño de la lista mundial, su recorrido también pinta de maravilla. “Me hubiera gustado ser tan inteligente como ella cuando tenía su edad. Se nota que cuenta con personas adecuadas a su alrededor”, le dedica la número uno, Aryna Sabalenka; “no puedo predecir cuándo, pero ganará un grande o será la número uno”. Sucumbe también al poderoso presente de la rusa la legendaria Martina Navratilova, quien traza un doble paralelismo en la web de la WTA: “Es muy completa, la compararía con Carlos Alcaraz; es capaz de convertir la defensa en ataque. También me recuerda a [Justine] Henin, pero saca y juega mejor”.
Andreeva es la dueña del momento, aunque su ascenso sorprende de manera relativa porque ya venía ofreciendo pistas desde hace un año, cuando se encomendó a Conchita Martínez. “Ahora [tras el triunfo contra Sabalenka en el desenlace de Indian Wells] siento que puedo ganar los partidos importantes”, desliza. “Ganar el Sunshine Double [enlazar el mismo año Indian Wells y Miami] sería un gran logro para mí, porque muy pocas lo han conseguido”, prolonga la rusa, aspirante a repetir el éxito de Steffi Graf (1994 y 1996), Kim Clijsters (2005), Victoria Azarenka (2016) y Swiatek (2022). Entre los chicos, los únicos en conseguirlo fueron Jim Courier (1991), Michael Chang (1992), Pete Sampras (1994), Marcelo Rios (1998), Andre Agassi (2001), Roger Federer (2005, 2006 y 2017) y Djokovic (2011, 2014, 2015 y 2016). No ha estado lejos de unirse al grupeto el murciano Alcaraz, apeado en las semifinales de California por Draper (23). “Quiero inspirar, contribuir al tenis”, indica el de El Palmar.

En paralelo, el número tres del mundo se desmarca de la maniobra efectuada por la PTPA, pese al “respaldo abrumador de más de 250 jugadores masculinos y femeninos, incluida la mayoría de los 20 mejores jugadores”, según el comunicado emitido el martes por la organización. Dice Alcaraz no haber estado al tanto y que nadie se puso en contacto con él. “Me sorprendió, sinceramente. Ayer [por el miércoles] leí en las redes sociales que hubo declaraciones... Como si publicaran algo que dije en una rueda de prensa y que desconocía. Pero no, no apoyo esa carta... No la apoyo porque no sabía nada al respecto. Hay cosas con las que estoy de acuerdo y otras con las que no”, transmite el de El Palmar antes del debut ante Goffin, mientras Roberto Carballés se enfrentará a Brandon Nakashima tras batir a Christopher O’Connell por 6-3, 3-6 y 7-6(5), y Jaume Munar al descendente Daniil Medveedev después de imponerse a Arthur Rinderknech por 6-3 y 7-6(5).
De fondo, ruido, mucho ruido.
PAULA BADOSA REAPARECE
La lesión crónica de espalda con la que lidia Paula Badosa desde hace dos años le impidió competir en Indian Wells, pero no lo hará en la cita de Miami. La catalana, de 27 años, se estrenará esta tarde (hacia las 17.30) frente a la canadiense Viktoria Mboko, de 18 años y que hace dos días logró su primera victoria en un cuadro principal de la WTA.
Hace un año, Badosa fue eliminada por Sabalenka en la segunda estación, y su límite son los cuartos alcanzados en 2022. Tras las desilusiones de las últimas fechas —retirada en Mérida, además de la renuncia a California—, la española, undécima de la WTA, tratará de recuperar la buena senda para regresar al top-10.
Por otra parte, la jornada de ayer deparó el avance de Alejandro Davidovich (7-6(3) y 6-3 a Jan-Lennard Struff) y las derrotas de Pedro Martínez (6-4 y 6-1 para Luciano Darderi) y Roberto Bautista (6-4, 3-6 y 6-1 favorable a Jakub Mensik).
Coco Gauff se paseó ante su compatriota Sofia Kenin: doble 6-0, en solo 47 minutos. Y no dudó Sabalenka (6-3 y 6-0 a Viktoriya Tomova), aunque sí lo hizo la octava del mundo, Elena Rybakina, apeada por Ashlyn Krueger (4-6, 6-2 y 6-4). El brasileño Fonseca obtuvo su primera victoria en el torneo al remontar al local Learner Tien por 6-7(1), 6-3 y 6-4.
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