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Badosa cae en una desconcertante tarde de parones y agua con Vekic

La española cede en los octavos contra la croata (6-2, 1-6 y 6-4) y se marcha insatisfecha, pese al considerable salto en el listado: “Ahora me falta ese paso”

Paula Badosa, durante el partido contra Vekic.
Paula Badosa, durante el partido contra Vekic.Isabel Infantes (REUTERS)
Alejandro Ciriza

Acaba Paula Badosa contrariada en este domingo en el que, oh sorpresa, las nubes inglesas no perdonan. Cae fuerte y gruesa la lluvia, viene y va el agua un día más y el duelo de los octavos de final contra la croata Donna Vekic transcurre de un modo desconcertante, a tirones, muy difícil para las dos dar con el ritmo. “Pero este torneo es así, se caracteriza por esto y solo queda aceptarlo. Ella ha jugado muy bien los dos últimos juegos y es mérito suyo”, dice la catalana con cara muy larga, ya eliminada. Programado para las once de la mañana, finaliza cerca de las siete y media de la tarde, con tres parones prolongados de por medio y un desenlace que sabe mal a la española: 6-2, 1-6 y 6-4, tras 1h 37m. Demasiado ir y venir del vestuario, y una despedida que en caliente duele pero que, analizado en perspectiva este último trayecto, seguramente reconforte.

Hacía mucho, desde julio de 2022, precisamente Wimbledon, que la española (26 años) no alcanzaba la cuarta escala en un grande. Y ha logrado, además, competir cuatro partidos seguidos sin que su espalda la frene. Sin embargo, su rostro transmite que el momento pesa más que la lectura global, aunque en la respuesta se decante por el segundo camino. ¿Cómo se va de aquí, tras aterrizar en la segunda semana de la competición? “Una mezcla, pero obviamente me voy a quedar con lo positivo, que es lo que me caracteriza; con el seguir luchando. Ha sido un buen torneo, pero no he conseguido dar un paso más. Voy a seguir viniendo más años y a ver si algún día puedo darlo…”, contesta en una intervención que se reduce a tres minutos, una pregunta en el turno en inglés y cuatro en el de español.

Antes, no ha estado la catalana demasiado lejos de la victoria en una tarde de perros. Inicio con dos horas de retraso sobre el horario previsto y después dos frenazos. Inferior en la primera manga, se ha repuesto con fuerza en la segunda, sellada con un saque directo, pero en los instantes delicados de la tercera Vekic ha terminado prevaleciendo. Y eso que Badosa había logrado neutralizar el break de la croata (28 años y 37ª) al inicio del último tramo. Después, el último parón, con 4-3 favorable a la adversaria, más inspirada desde la línea de fondo en la resolución que le guía hacia los cuartos.

Habla posteriormente y por el tono, queda la sensación en la sala de que se veía capaz de más. Se le ve insatisfecha porque el deseo quiere ir probablemente más rápido que lo dictado por la realidad. Ha ofrecido estos días ingleses muestras de un repunte y el físico le ha respondido, pero el listón del presente sigue estando elevado y su tenis, de momento, no alcanza más.

Vekic sirve durante el partido.
Vekic sirve durante el partido.Isabel Infantes (REUTERS)

“Este torneo no es un punto de inflexión, yo creo que ya llevo unas semanas con el punto de inflexión. Lo dije el otro día: en Madrid [dura caída en primera ronda] fue el punto de inflexión. Eso sí que fue de verdad un punto de inflexión, tocar fondo. Desde ahí llevo jugando partidos buenos, perdiendo contra las mejores del mundo, porque a ella [Vekic] la considero en esta superficie una de las mejores. Entonces están siendo partidos de un nivel alto, todos los que estoy perdiendo. Me falta ese paso, pero viniendo de lo que vengo, creo que de momento la dinámica está siendo buena”, aclara.

Desde la fecha indicada por la jugadora, Madrid, finales de abril, la hoja de servicios refleja derrotas ante Coco Gauff (dos del mundo, en Roma), Sabalenka (la tres, en Roland Garros) y Jule Niemeyer (la 96ª, en Bad Homburg). Llegó Badosa al All England Club como la 93ª, de nuevo entre las 100 mejores, y los triunfos contra Muchova, Fruhvirtova y Kasatkina le reportan un salto considerable en el ranking, hasta el puesto 64º. Sin embargo, a ella, esto es deporte de élite y así sienten los atletas, le sabe a poco. Hambrienta, quiere volver rápido a las alturas y brillar, pero el tenis, como todo, suele exigir de unos tiempos específicos que convienen respetarse.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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