La lluvia contamina el Sena y amenaza el triatlón olímpico
Prohibido bañarse: los análisis bacteriológicos negativos obligan a cancelar los entrenamientos de triatlón, cuya prueba podría verse afectada en caso de no limpiarse las aguas
La lluvia en París añade dramatismo teatral a los desfiles, derriba a los ciclistas y hace desbordar las alcantarillas, amenazando con gastroenteritis a los triatletas, que no se pudieron bañar el lunes, como estaba previsto, para descubrir, junto al puente de Alejandro III, las corrientes que les arrullarán durante sus 1.500m de natación. Los entrenamientos llamados “de familiarización” anunciados para las 8.00 fueron anulados después de que los últimos análisis bacteriológicos efectuados detectaran cantidades de Escherichia coli y enterococos intestinales, indicativas de contaminación fecal.
Los análisis mostraban E.coli por encima de 1.000 y Enterococos por encima de 400, que son los límites fijados. Asímismo la contaminación se apreciaba visualmente.
“El agua no ofrece garantías suficientes para permitir la celebración de la prueba. Esto se debe a las lluvias que han caído sobre París los días 26 y 27 de julio”, señala en un comunicado la federación internacional (Triatlón Mundial), que lanza su brindis al sol: “Dadas las previsiones meteorológicas para las próximas 48 horas, París 2024 y el Triatlón Mundial confían en que la calidad del agua vuelva a estar por debajo de los límites antes del inicio de las competiciones de triatlón. Como se observó a principios de mes, con las condiciones estivales (más sol, temperaturas más altas, ausencia prolongada de lluvia) la calidad del agua del Sena mejoró notablemente”.
Las pruebas están anunciadas para el martes 30 (masculina), el miércoles 31 (femenina) y el lunes 5 de agosto (relevo mixto). El jueves 8 y el viernes 9 deberían disputarse las pruebas de natación en aguas abiertas. El triatlón, que ya debió anular algunas mangas de natación en las pruebas de ensayo hace un año, no tiene previsto plan B. En el caso de que el sol y el calor no limpiaran el agua, se celebraría un duatlón.
La escala de calidad del agua elaborada por las federaciones de natación y triatlón es más permisiva de la escala utilizada para autorizar el baño al público en general. Una diarrea de un triatleta que beba accidentalmente agua durante su prueba sería menos peligroso que una epidemia de gastroenteritis entre los parisinos, a los que su alcaldesa, Anne Hidalgo, ha prometido un Sena limpio y apto para el baño. El 17 de julio, para probar que todo iba bien, ella misma, en compañía de Tony Estanguet, el presidente del comité organizados de los Juegos. Los análisis del 15 de julio, hechos públicos por la ONG Fundación Surfrider, mostraban ese día una cantidad de 920 E.coli por 100ml de agua, casi en el límite para los deportistas pero superior al del público general. “En ningún momento de los muestreos realizados en 2023 y 2024 se consideró que el agua del Sena fuera buena, en contra de lo que afirma el Ayuntamiento”, señalan en la ONG. “Solo en dos ocasiones, en otoño de 2023 y en julio de 2024, fue calificada de regular [entre 500 y 1.000 de E.coli y entre 200 y 400 de Enterococos. Pero en casi todas las ocasiones, estaba demasiado contaminada para ser practicable”.
Nadar en el Sena es el sueño parisino desde hace 101 años, cuando una orden del prefecto lo prohibió por la suciedad de las aguas, un vertedero fecal. En 1990, cuando era alcalde de la capital, el presidente Jacques Chirac prometió falsamente que bajo su mandato sería posible volver a bañarse, e Hidalgo, más de 30 años después, ha recogido el testigo. El empeño y la inversión –más de 1.400 millones de euros de inversión en depuradoras con un desinfectante orgánico, ácido perfórmico, aguas arriba y en mejora de la red de alcantarillado y colectores de la ciudad–, han hecho de la promesa casi una realidad. “Será una de las herencias de los Juegos más maravillosas”, prometió Hidalgo al inaugurar una playa urbana en los muelles bajo la torre Eiffel. Se han reparado las fugas en miles de tuberías de desagüe de los antiguos edificios que flanquean el río. Los bateaux mouches turísticos y las barcazas que lo surcan ya no pueden desaguar sus baños en el río directamente, como acostumbraban. Las toneladas de basura recogidas, más de 325 hace unos años, se han reducido notablemente.
Todo, sin embargo, deseos, promesas, inversión, acaba dependiendo de la naturaleza. De lo que saben todos los parisinos desde hace décadas, cuanto más calor la calidad del agua es mejor; cuanta más corriente la calidad del agua es peor.
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