Luka Modric: el más viejo todavía arregla partidos

La primera instrucción que recibió Luka Modric antes de debutar con el Madrid en 2012 fue que organizara el ataque y ayudara a frenar a Messi. “Vas a salir por Özil y a jugar de mediapunta”, le dijo José Mourinho a punto de saltar al campo en la vuelta de la Supercopa de España contra el Barcelona. “Cuando Messi recibe el balón en la mitad derecha del campo, siempre corre hacia el centro. [Xabi] Alonso y tú le tenéis que cerrar el paso ahí. En ataque, ¡coge el balón y distribúyelo!”, le pidió el portugués, según desveló el croata en su autobiografía.

El argentino, a los 37 años y cuatro meses, hace tiempo que se recogió en la vida tranquila de Miami mientras el balcánico, que este sábado alcanzó los 39 años y 40 días, sigue dándole a la manivela. En Balaídos, Carlo Ancelotti tardó segundos en recurrir a él en cuanto la noche se le torció. Apareció en el minuto 63, en el 66 filtró la asistencia del gol de Vinicius en la victoria ante el Celta (1-2) y se apuntó un registro personal para la historia. El centrocampista se convirtió en el jugador más veterano de la historia del club en disputar un encuentro, por delante del mito Ferenc Puskas, que detuvo su reloj en los 39 años y 36 días, un 8 de mayo de 1966, en la ida de los cuartos de Copa, en el Villamarín contra el Betis. El tercero es Paco Buyo (38 años y 63 días).

“No me gusta que me sigan recordando los años, pero estoy muy orgulloso de conseguir esto y continuar con esta edad en el mejor club del mundo”, agradeció el balcánico, que es también el hombre con más títulos en la entidad (27). “Hemos logrado tres puntos gracias a un pase fantástico de Modric”, valoró Carletto. “Luka siempre aporta. Ha entrado en un momento muy complicado, ha cambiado el control y ha sido muy importante. Sigue siendo un futbolista fantástico también si no es un niño. Es un hombre muy tranquilo, con carácter”, describió el italiano al medio, que alcanzó los 547 choques como madridista. La de Vigo fue su asistencia número 89.

No me gusta que me sigan recordando los años, pero estoy muy orgulloso de conseguir esto y continuar con esta edad

Luka Modric

Desde hace, al menos, dos campañas, gran parte de los estadios de España lo aplauden como si ya no fueran a verlo más. Pero siempre regresa. Hace justo un año, las acciones del croata tocaron suelo en el Madrid, relegado al banquillo tras una década como titular, con el morro torcido —”odio la sensación de no ser importante”, admitió en su autobiografía publicada en 2020— y la sensación generalizada —también dentro del club— de que esos podían ser sus últimos meses en el Madrid.

Esa impresión dominó casi todo el curso pasado, hasta que llegó el momento de decidir su futuro y Modric amplió otra campaña más. Su prioridad de continuar en la élite por encima de retiros dorados en Estados Unidos o el Golfo Pérsico, y la rendija que le abrió la entidad para renovar allanaron la firma.

Participación en todos los partidos

Con Modric, siempre hay otro bonus track y, contra la creencia de hace solo unos meses, las circunstancias lo han vuelto a revalorizar. La retirada de Kroos (con 34 años) y las dificultades demostradas por la nueva medular dirigida por los jóvenes para organizar la salida de balón han dejado claro que el croata sigue siendo una pieza aún válida a la hora de alumbrar el juego. Su edad, el abrasivo calendario y la apuesta de la entidad por la nueva hornada no lo han convertido otra vez en titular fijo, pero su peso ha repuntado desde agosto en medio de las dudas por el fútbol del Madrid. En un centro del campo dominado por el físico, su pie fino todavía tiene vigencia y Vigo resultó una prueba de ello. “Me siento bien física y mentalmente. Estoy jugando y eso es lo que quiero”, apuntó tras su pase quirúrgico a Vini. Este curso en la Liga, solo hay un jugador más veterano que él: Raúl Albiol, que nació cinco días antes.

En lo que va de campaña, Modric ha participado en todas las citas (13). En la pasada, sin embargo, a estas alturas ya era visible su pérdida de protagonismo, no ocultaba el disgusto en el día a día de Valdebebas y había dejado un recado en la prensa de su país. ”Me dijeron que nada cambiaría en mi estatus, y por eso firmé”, aseguró sobre su renovación de 2023. Su sustitución al descanso en la derrota del Metropolitano, a finales de septiembre, dejó claro que la vida le había cambiado.

Me siento bien física y mentalmente. Estoy jugando y eso es lo que quiero

Luka Modric

La gran prioridad de Ancelotti era que Kroos continuara al volante, pero eso no se dio y en la plantilla que le ha quedado no ha encontrado de momento muchas más certezas para distribuir el juego que el balcánico, que tampoco ha dicho basta con la selección. Allí, a menos de dos años del Mundial de 2026, su jerarquía sí se mantiene intocable. En la última ventana, ha completado los dos partidos contra Escocia y Polonia, como casi siempre.

En el partido final de Puskas, las crónicas no tuvieron piedad con él: “Es una sombra con mucha tripa”, escribió Marca. Cañoncito Pum formó parte del conjunto de suplentes que mandó el Madrid al Villamarín para la cita copera (derrota 3-2) mientras los titulares volaban a Bruselas, donde tres días más tarde debían disputar la final de la que terminaría siendo la sexta Copa de Europa del club. Este sábado, en Balaídos, Modric fue el primer recurso para arreglar el enredo. Salvo imprevisto, allá por primavera, el croata y el club volverán a hablar de su futuro. En otoño, de momento, la sabiduría del más viejo sigue resolviendo partidos.