Luka Modric renueva otra temporada con el Real Madrid y ya tiene a tiro a Ferenc Puskas

Luka Modric, renovado ya oficialmente una temporada más con el Real Madrid, cumplirá 39 años el próximo 9 de septiembre. El dato sitúa al croata a tiro, muy a tiro, de convertirse en el jugador de más edad en disputar un partido con el equipo blanco. El récord lo tiene ahora Ferenc Puskas, que se vistió por última vez con el Madrid con 39 años y 38 días, en la ida de unos cuartos de final de Copa contra el Betis en Sevilla (derrota 3-2), el 8 de mayo de 1966.

Salvo lesión muy grave o gran imprevisto, Modric estaría en disposición de superar al húngaro el fin de semana del 19-20 de octubre, en la décima jornada de Liga, en la visita al Celta. Si se atienden solo a los registros de la Liga, el balcánico ya superó a Cañoncito Pum la temporada pasada: en la última jornada, ante el Betis, tenía 38 años y 259 días, frente a los 38 años y 233 días que alcanzó Puskas, según datos de Opta.

En el total de la historia de la Liga, sin embargo, a Modric le quedan lejos los récord absolutos, más allá del Madrid. El jugador de más edad en disputar un encuentro del torneo sigue siendo el inglés Harry Lowe, que compitió con la Real Sociedad con 48 años y 226 días, en marzo de 1935. El segundo es el exbético Joaquín, con 41 años y 318 días.

Lo que sí espera Luka Modric es que el momento y el contexto en que supere a Puskas sea más agradable y favorable para sus intereses que el vivido por la leyenda magiar en su cierre merengue. Aquel último choque suyo, en Sevilla, tuvo lugar tres días antes de la final de la sexta Copa de Europa del Madrid, en Bruselas, así que el club decidió mandar al Villamarín solo a los suplentes y al segundo entrenador, mientras los titulares y el técnico Miguel Muñoz viajaron un día antes a la capital belga. A Puskas, reserva esa campaña, le tocó el duelo copero contra el Betis. Según recordó Alfredo Relaño en este diario en 2015, Marca describió con dureza la actuación del mito: “Es una sombra con mucha tripa”.

En la vuelta y con el once titular blanco (ya sin Puskas), la celebración del Madrid de la Orejona quedó chafada por la eliminación del Betis (2-2) después de una prórroga de media hora más otros tres tiempos extra de 10 minutos, ya que entonces no había tanda de penaltis.

La renovación de Luka Modric se daba por hecha desde antes de la final de la Champions del 1 de junio, después de que el jugador aceptara las condiciones del club. El acuerdo, sin embargo, se vio como algo lejano durante gran parte del curso tras la pérdida de protagonismo del croata en las alineaciones de Carlo Ancelotti y el evidente disgusto del futbolista a la hora de aceptar el nuevo rol en un equipo que dejó de considerarlo prioritario, en consonancia con los planes deportivos de la entidad.

De indiscutible en la campaña 2022-23 pasó a suplente habitual en la 23-24. Salvo algunos partidos sueltos para dar respiro a Toni Kroos, a Modric le quedó el papel de auxilio en el tramo final de los encuentros, como recambio habitual del alemán. Su peso en esos desenlaces, no obstante, fue creciendo según avanzó la campaña. La voracidad competitiva de un futbolista que quiere agotar sus días en los torneos más importantes, aunque sea con una rebaja sustancial de minutos, más la oferta final del Madrid hizo el resto para rubricar una renovación por la que nadie dio un duro durante casi toda la pasada campaña.

Las diferentes formas de Kroos y Modric de entender la parte final de sus carreras quedaron en evidencia. Adiós al germano y otro capítulo más para el croata, que, si nada se le tuerce, superará a Ferenc Puskas como el futbolista de más edad en disputar un partido con el Madrid.

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