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Eurocopa
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Jugar bien y bonito

El triunfo de España y, sobre todo, de la forma en la que se ha conseguido, va a tener consecuencias positivas en el camino a seguir

Eurocopa
Nico Williams y Lamine Yamal tras recibir las medallas de campeones de la Eurocopa al vencer a Inglaterra, este domingo en el estadio Olímpico de Berlín.J.J.Guillen (EFE)

Jugar bien al fútbol no es jugar vistoso. Puedes jugar bonito y no ser eficaz o efectivo. No necesariamente estás más cerca de ganar por hacerlo de esa manera o elegir este camino. También puedes hacerlo de forma aburrida y tediosa para el espectador y jugar muy bien al fútbol. Es lo maravilloso de este deporte, el más democrático que existe, el que más caminos diferentes te ofrece para llegar al éxito o a la victoria.

Creo que tiene que ver por el escaso tanteo por el que se deciden los partidos. Yo puedo tirar 40 veces a portería y tú ninguna, y me puedes ganar. No creo que eso pueda suceder en ningún otro deporte. Por eso el fútbol es mágico. España ha conseguido aunar las dos cosas. Ha jugado más bonito que nadie y, también, mejor que nadie. Ha enganchado al país entero y a medio mundo por su alegría, su valentía, su desparpajo, su velocidad y su agresividad.

Estuvimos demasiado tiempo mirándonos complacidos en el espejo del tiqui taca y eso nos pasó factura. Morimos esclavos de nuestro éxito pasado. Luis de la Fuente ha conseguido sacudirnos esto de encima y ofrecer un fútbol total, sin complejos. A priori, había selecciones con más potencial si mirabas las plantillas. Francia, Portugal e Inglaterra tienen, por nombre, mejores individualidades, pero ninguna de ellas ha enamorado por su fútbol. En cambio, España sí. El triunfo de España y, sobre todo, de la forma en la que se ha conseguido, va a tener consecuencias positivas en el camino a seguir.

El fútbol, como casi todos los ámbitos de la vida, funciona por imitación. Si algo funciona, pues lo copio o lo imito. Si la racanería de la propuesta de algunas selecciones hubiera triunfado, otros muchos hubieran seguido esa estela. Ahora confiemos en que el rastro que deja la selección española sea perseguido por otros tantos. Y digo esto, porque ha sido una Euro algo pobre en cuanto a propuestas, a talento, a partidos divertidos, a jugadores que generen magnetismo e interés.

La táctica y el trabajo físico cada vez reducen más las distancias entre unos y otros, y cuesta mucho doblegar y superar a cualquier oponente, pero afortunadamente, el talento sigue imponiéndose, y pienso que siempre seguirá siendo así. En las semifinales, con diferentes sensaciones, estuvieron: Francia, España, Inglaterra y Países Bajos. Si incluyes a Alemania y Portugal, que cayeron con España y Francia respectivamente, son las seis selecciones con mejores futbolistas. Al final llegan o suelen hacerlo los equipos y selecciones que tienen más talento, como sucede en la Champions.

Por eso, da un poco de rabia bien entendida, que se limite, por parte de algunos entrenadores, las posibilidades y las capacidades de algunos cracks que han estado desaparecidos o muy por debajo de su nivel en este gran campeonato, es para recapacitar. Por último, e incidiendo en lo que han reducido las distancias, la táctica y el físico, siempre habrá un antídoto que cura todo mal: el regateador. Lamine Yamal y Nico han sido imparables, indetectables, indescifrables. Una especie en peligro de extinción. Dejen a los niños jugar libre, sin reglas, en la calle, todos contra todos… si no, este tipo de jugador, que nos hace disfrutar tanto, desaparecerá.

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