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El UCAM Murcia hace historia y jugará la final de la ACB

El Unicaja no consiguió superar la maldición de ganar en el play off después de perder los dos primeros partidos

Los jugadores del UCAM Murcia celebran su victoria ante el Unicaja Málaga tras el quinto partido de semifinales de Liga Endesa.
Los jugadores del UCAM Murcia celebran su victoria ante el Unicaja Málaga tras el quinto partido de semifinales de Liga Endesa.Jorge Zapata (EFE)
Jon Rivas

Fiesta grande en Murcia. El UCAM logró la proeza histórica de superar al líder de la Liga regular, el Unicaja de Málaga, y estará en la final de la ACB frente al Real Madrid. Será el undécimo equipo que consigue acceder a esa élite del baloncesto. Solo el Madrid, el Barça, el Baskonia, el Unicaja, el Valencia, el Manresa, el Betis, el Estudiantes y el Bilbao Basket lo habían hecho antes. Además, es la primera vez que un equipo lo hace sin ganar ningún partido de la semifinal en su cancha. Lo consiguió con tres triunfos en el Martín Carpena. Será también la primera final de Sito Alonso. “Esto es la leche y hay que disfrutarlo. Es impresionante lo que hace esta gente, son unos fenómenos”, comentaba el entrenador, eufórico, al finalizar el partido.

El partido comenzó de la misma manera que los dos de Murcia de los que tanto rédito sacó el Unicaja para igualar la serie. Tocó a rebato Ibon Navarro con el salto inicial y consiguió que su equipo, jugando a toda velocidad, se colocara 10-0 en el marcador, con Perry anotando los ocho primeros puntos. Recortó el UCAM después de que Sito Alonso detuviera el partido con un tiempo muerto, pero otra vez consiguieron los malagueños, con Kalinoski como protagonista, estirar la goma de nuevo.

No conseguía tiros cómodos el UCAM, que se empeñaba en disparar desde el perímetro exterior, sin demasiado acierto, y como el rebote lo cerraba mejor el Unicaja, tenía ocasión de correr y anotar para mantener las diferencias en el primer cuarto (25-14). Pero con el segundo parcial cambió el panorama. El equipo murciano se lo tomó con más calma, si es que es posible hacerlo en un partido con las revoluciones disparadas. Pero con el cubano Sant-Roos al mando de las operaciones, eligió mejor sus opciones, defendió con solvencia y encontró mejores posiciones para anotar. Con 27-26 en el marcador, el UCAM desperdició tres ocasiones para ponerse por delante, aunque tampoco el Unicaja pudo dar la réplica. Al final, a la cuarta, los visitantes consiguieron, con un triple de Coupain, conseguir ventaja por primera vez en lo que se había jugado de partido. El cambio de tendencia era diáfano. La importante renta del primer cuarto evitó que los murcianos se marcharan al vestuario con ventaja, pero los números resultaban elocuentes, porque el Unicaja solo anotó 7 puntos en el segundo parcial.

Tras el regreso de la pausa, el Unicaja siguió perdiendo pie en el partido y el UCAM lo aprovechó. El equipo malagueño solo había perdido un tercer cuarto desde enero, y fue hace una semana frente a los murcianos, y otra vez lo volvió a hacer en un momento crítico. Los triples de Coipain le daban vida a los visitantes que, eso sí, sufrían en el rebote defensivo, su lacra durante todo el partido. De todas formas, fueron mejores a la hora de atacar y consiguieron llevar su ventaja hasta los seis puntos cuando apenas quedaban 12 segundos (49-55). Sin embargo, una genialidad de Perry sobre la bocina del tercer cuarto, estrechó las diferencias.

Moussa Diagne entra a canasta defendido por Dylan Osetkowski, de Unicaja.
Moussa Diagne entra a canasta defendido por Dylan Osetkowski, de Unicaja. Jorge Zapata (EFE)

Quedaban diez minutos para conseguir una plaza en las oposiciones del Carpena, y ninguno de los dos equipos quiso ceder, así que el último cuarto fue un tobogán de emociones. El Unicaja se puso por delante gracias a la valentía de su capitán, Alberto Díaz, que con dos triples consecutivos encendió el pabellón y puso por delante al equipo malagueño. Pero el choque iba a rachas, y entonces aparecieron el canadiense Dylan Ennis y Coupain para poner contra las cuerdas al Unicaja. Otra vez se puso por delante el UCAM, y ya no abandonó su posición, pese a los desesperados intentos malagueños en los instantes finales. Morin puso el 70-75 a falta de 1,41, y cuando Kalinoski tuvo que hacer una personal a la desesperada a 27 segundos para el final de la cuenta atrás, los murcianos ya sabían que estaban haciendo historia.

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