El 33 de Marc Gasol sube a los cielos en Memphis
Los Grizzlies retiran este sábado la camiseta con el número del español, el mayor honor que un equipo de la NBA rinde a sus jugadores
Cuando Marc Gasol ganó el título de la NBA en 2019 con los Toronto Raptors, pidió que en su anillo de campeón grabasen el lema de su etapa en los Grizzlies de Memphis. “Grit and Grind”, algo así como dejarse la piel. Sus antiguos compañeros sintieron el triunfo del pívot español como propio. Gasol también lo consideró de alguna manera un triunfo de su equipo del alma en la NBA. Este sábado, los Grizzlies le rinden su mayor homenaje: la retirada de la camiseta con su número, el 33. “Estoy feliz y estoy orgulloso de lo que conseguimos”, decía este viernes el jugador en la ciudad donde se consagró como un héroe local.
Solo una camiseta se ve hasta ahora lucir en lo alto del pabellón de los Grizzlies, en el centro de Memphis (Tennessee). Se trata del dorsal ‘50′ de su compañero de andanzas Zach Randolph, cuyo número fue retirado en diciembre de 2021. Este sábado, ascenderá simbólicamente a los cielos del FedEx Forum el número ‘33′ de Marc Gasol. Con ello, además, Marc y Pau se convierten en los primeros dos hermanos en recibir un honor así en la NBA, la liga dse baloncesto más importante del mundo. En el caso de Pau, los Lakers retiraron su ‘16′ en marzo de 2023.
Marc Gasol, de 39 años, ha llegado a Memphis con una semana de antelación para volver a vivir con su familia la ciudad que lo acogió por primera vez con 16 años, cuando su hermano Pau fichó por los Grizzlies y toda la familia se trasladó con él. Al final, tras carambolas e ironías del destino, en Memphis fue Marc el que se convirtió en un héroe local. Jugó 11 temporadas (2008-19) en el equipo y fue clave para que lograse clasificarse siete años consecutivos para los playoffs.
Estos días ha visitado los lugares y las personas del pasado: “Es genial estar de vuelta y continuar donde lo dejamos”, explicaba este viernes en una comparecencia en el Fedex Forum de Memphis. “Las emociones han sido abrumadoras. El amor que recibimos dondequiera que vamos... Ha sido emocionalmente intenso para todos en la familia”. Coincidiendo con la retirada de su número, el club ha producido un documental, Marc Gasol: Memphis Made. Nacido en Barcelona, pero hecho en Memphis, es la tesis local.
El protagonista resumía este viernes su vínculo: “Memphis se ha convertido en parte de mi familia. Mis padres han vivido aquí 18 o 19 años. Para Pau se convirtió en parte de su personalidad, obviamente se convirtió en parte de mi personalidad. Mis hijos crecieron aquí algunos años, así que va a ser parte de nosotros el resto de nuestras vidas. Y ahora, obviamente, vamos a ser parte de ella [con la camiseta] colgando de las vigas por el resto de nuestras vidas. Así que no sé cómo expresar con palabras tantas emociones en una sola. Simplemente, estoy orgulloso de cómo ha sucedido todo y de lo perfecto que ha acabado todo a pesar de haber tenido muchas imperfecciones por el camino. La ciudad siempre nos ha apoyado y siempre he apoyado a la ciudad”.
Lo corroboraba el canario Santi Aldama, de 23 años, que juega su tercera temporada con los Grizzlies. “En la ciudad y en la organización, la gente que tuvo la suerte de coincidir con él siempre lo recuerda con mucho cariño, lo que habla no solo del gran jugador que ha sido, sino también de la persona”, decía. “Tengo la suerte de haberlos visto jugar y ahora aprovechar parte de su legado y de sus experiencias y aprender de ellos. Va a ser un momento muy especial este sábado por la noche”, añadía.
Marc aterrizó en Memphis como un adolescente que no hablaba inglés, pero que agradecía las sonrisas de bienvenida con que era recibido. Empezó a estudiar en el instituto de Lausanne. “Era el típico adolescente, tratando de encajar en un nuevo colegio, pero con la carga añadida de tener que aprender el idioma y adaptarse a un nuevo país”, dice en el documental su profesora de inglés, Brenda Robinette. Hablaba el idioma del baloncesto con sus amigos, recuerda él. Y luego se soltó en inglés con el rap. “Era la música de mis compañeros de equipo. Es lo que aprendí y así conocí Memphis”, recuerda. Chickenhead, de Project Pat, era el rap más icónico.
Estudiante con sobrepeso
Mientras su hermano se convertía en estrella de la NBA, Marc Gasol empezaba a destacar en el equipo del instituto: por su altura, pero también por su habilidad y visión de juego. Sin embargo, había ganado muchísimo peso y no parecía un futuro deportista de élite. No se planteó el baloncesto universitario estadounidense. “Gané mucho peso en esos dos años y no estaba cómodo. Y no era mi camino”, dice en el documental. Prefirió volver a Barcelona, empezar a jugar con el equipo de la EBA y a entrenar con el primer equipo, ganó músculo, perdió peso (había llegado a pesar más de 150 kilos), mejoró su juego de la mano de Svetislav Pesic, el entrenador del Barça de entonces. Allí se enfrentó a Pau, jugando él con el Barça y su hermano con los Grizzlies, y creció luego en el Girona. Estaba listo para la NBA.
Chris Wallace, general manager de los Memphis, había tratado de seleccionar a Marc Gasol, pero los Lakers se adelantaron. Pau Gasol llegó a ofrecer rebajar su sueldo para hacer sitio a su hermano en los Grizzlies, según cuenta en la película, pero la ironía del destino quiso que al final hubiera una operación de intercambio en la que el hermano mayor recalaba en los Lakers mientras que los Grizzlies se quedaban los derechos del menor.
Los Grizzlies eran unos recién llegados a Memphis. El dueño, Michael Heisley, se había traído el club desde Vancouver, pero la ciudad tardó en sentir el equipo como propio. Pau Gasol fue un novato de lujo, elegido en el número tres del draft de 2001, pero eso no bastó. Los osos grises, propios de otras latitudes, no terminaban de adaptarse a Tennessee. Con Pau, los Grizzlies ya se habían clasificado para la postemporada en 2004, 2005 y 2006, pero en cada uno de esos años perdieron estrepitosamente en la primera eliminatoria por 4-0.
Las siguientes temporadas estaban siendo desastrosas para los de Memphis y Chris Wallace, el gerente del club, pidió hacer algo para sacudir la situación. Pau era prácticamente el único activo del equipo y el club se puso a escuchar ofertas de intercambio por él. Al final llegaron a un acuerdo con los Lakers que casi todo el mundo pensó desequilibrado en favor de los angelinos. Sin embargo, al dejar ir a Pau, los Grizzlies liberaron masa salarial para fichar a Zach Randolph al año siguiente y, sobre todo, lograron los derechos sobre Marc Gasol. Con él, los Grizzlies consiguieron su primera victoria en una eliminatoria de postemporada en 2011 y se clasificaron para la final de la Conferencia Oeste en 2013.
Una conexión especial
El triunfo en la eliminatoria de primera ronda de 2011 contra los San Antonio Spurs, primer cabeza de serie de la Conferencia Oeste aquella temporada, encendió la pasión por los Grizzlies. Con Marc Gasol, el base Mike Conley, el ala-pívot Zach Randolph y el escolta Tony Allen, se convirtieron en un equipo rocoso, lograron esa identidad con la grada, ese estilo de juego físico en que daban una batalla campal por cada balón. Todo cambió en Memphis desde entonces. Marc vivió todo el proceso. Primero como fan de un equipo que la mitad de las veces jugaba en un recinto semivacío. Luego, como protagonista de esa conexión especial con la afición de Memphis.
Randolph, Conley y Allen le acompañarán este sábado. “Creo que la última vez que estuvimos todos juntos fue cuando jugábamos en el equipo, así que va a ser más especial tener a todo el mundo en casa y conectar con todos a la vez”, decía Gasol este viernes.
En 2013, con la mejor defensa, los Grizzlies llegaron a la final de campeonato levantando pasiones, aunque cayeron derrotados sin contemplaciones frente a los Spurs. El grit and grind dejó huella. “Era nuestra única manera de ser realmente competitivos con las otras franquicias. Nosotros no podíamos superarlas en talento, en anotación o en profundidad de banquillo. No es una expresión traducible en español, pero sí que es una mentalidad de trabajo, de mucha humildad, de ser constante cada día, de no tener pausas. Entendíamos que necesitábamos eso, a veces no eran muy bonitos ni muy cómodos esos partidos, pero nos sentíamos competitivos en esos partidos ajustados donde la defensa marcaba la diferencia y nos fue bastante bien. Más allá de los resultados o de los playoffs, encajaba mucho con la mentalidad y el sentimiento de una ciudad y eso se vio reflejado muchos años en la respuesta de la gente”, contestaba este viernes a EL PAÍS.
Marc se convierte en el segundo jugador en la historia de la franquicia en recibir este homenaje, uniéndose a Randolph. Los Grizzlies eligieron el pasado 1 de febrero para el anuncio porque justo se cumplían 16 años de que se hicieron con los derechos para fichar a Marc. Además, se produjo justo al día siguiente de que Marc anunciase que dejaba el baloncesto —como jugador—. “La retirada de la camiseta más que de lo conseguido habla de cómo se ha conseguido”, decía este viernes, admitiendo que ni en sus mejores sueños habría imaginado algo así cuando empezaba. “Nadie era capaz de visualizar una carrera así”.
Junto a los logros de equipo con los Grizzlies, están los individuales. Marc Gasol es el líder histórico de la franquicia en minutos jugados (25.917), partidos como titular (762), tiros de campo realizados (4.341), tiros libres realizados (2.701), rebotes defensivos (4.624), rebotes totales (5.952) y tapones (1.135). Además, es segundo en la historia del equipo en partidos jugados (769), puntos (11.684), asistencias (2.639), rebotes ofensivos (1.318), dobles-dobles (194) y triples-dobles (5) y tercero en robos (708). En cuanto a partidos de postemporada, es el primero en minutos jugados, tiros libres lanzados, rebotes defensivos y tapones, y el segundo en partidos jugados, partidos iniciados, puntos, rebotes, asistencias, tiros de campo lanzados, rebotes ofensivos y rebotes totales. Un palmarés sin igual en el cielo del baloncesto de Memphis.
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