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EE UU bate el récord de medallas en su primer Mundial de Atletismo como local

El conjunto norteamericano se cuelga 33 metales, su techo hasta el momento, pero se queda a un oro de los 14 conseguidos en Osaka 2007

Athing Mu levanta el trofeo del mejor equipo del Mundial de Atletismo rodeada del resto de participantes estadounidenses.
Athing Mu levanta el trofeo del mejor equipo del Mundial de Atletismo rodeada del resto de participantes estadounidenses.Patrick Smith (Getty Images)
Álvaro Sánchez

Empacan sus pertenencias los atletas y dejan el campus de la Universidad de Oregón después del examen del Mundial, dispar en emociones para cada uno de ellos. Los aeropuertos cercanos se llenan de chándals nacionales y se adivina en las bolsas alargadas el instrumento de trabajo de los pertiguistas, tan incómodo de transportar.

La edición número 18 del Mundial de Atletismo ya es historia. La elección de Eugene acabó con la anomalía de que nunca se hubiera celebrado un campeonato en Estados Unidos, el país más laureado en este deporte. Y el combinado norteamericano aprovechó su condición de local para mostrar un dominio apabullante, con exhibiciones como los tripletes en la velocidad (100m y 200m), y en el lanzamiento de peso masculino.

Salvo en 2001, cuando fuera segunda en el medallero en Edmonton (Canadá), por detrás de Rusia, y en Pekín 2015, superada por Kenia y Jamaica, EE UU ha liderado todas las clasificaciones del presente siglo. En Oregón, sin atletas rusos, vetados por la guerra, y con la motivación extra de competir en casa, el conjunto estadounidense pretendía batir todos los registros: finalmente lo consiguió parcialmente: sí lo hizo en cantidad, al sumar 33 medallas, por encima de las 30 que obtuvo en Londres 2017, su techo hasta ahora, —y dos más que Alemania del Este en Roma 87, el récord hasta ahora—, pero no en calidad: se quedó a una de igualar las 14 de oro de Osaka 2007.

Aun así, en Eugene nadie le tosió. Logró más del triple de medallas que sus más inmediatos perseguidores: Etiopía, Jamaica y Kenia con 10. Esta última no respondió a las expectativas en las pruebas de fondo, especialmente en el maratón, que tanto en categoría masculina como femenina fueron ganados por etíopes. También llama la atención el fracaso de Cuba, que regresó de vacío. España se fue más allá del puesto 30 en el medallero con dos bronces, aunque mejoró la actuación de las dos últimas ediciones: en Doha 2019 solo logró un bronce, y en Londres 2017 volvió de vacío. Si se tienen en cuenta los otros seis finalistas fue el mejor mundial en 15 años, desde Osaka 2007.

El buen hacer del equipo estadounidense contrasta con algunos contratiempos organizativos. El Mundial se celebró en Eugene, una sede que tenía su lógica: es la localidad de mayor tradición atlética del país (muy cerca de donde nació Nike; que tiene su sede cerca). Y los deportistas valoran que al estar en una ciudad pequeña (176.000 habitantes) y dormir la mayoría en el campus de la Universidad, a solo unos metros del estadio, evitan hacer largos desplazamientos. Pero ha planteado un desafío logístico, con quejas por la falta de plazas hoteleras y los elevados precios tanto de las habitaciones como de las entradas. Eso se ha traducido en críticas por la falta de público. Las gradas de Hayward Field no se llenaban pese a que la capacidad del estadio ronda las 20.000 plazas. El ex atleta Michael Johnson se quejó públicamente de ello. “El público esta noche es decepcionante. Esta no es la situación ideal. ¿Última carrera de Allyson Felix, icono del deporte, y el estadio no está lleno?”, lamentó en Twitter.

En cuanto a récords del mundo, se igualaron los de Doha. La estadounidense Sydney McLaughlin lo obtuvo en el 400m vallas (50.68s). La nigeriana Tobi Amusan en el 100m vallas (12,12s). Y el sueco Mondo Duplantis en la pértiga (6,21m). Fue el fin de fiesta de un Mundial que según la organización ha mejorado su audiencia televisiva en Estados Unidos, y que puede servir de empujón a su selección de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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