Coco Gauff: “Soy feminista gracias a mi padre”
La tenista de 18 años, una niña prodigio que deslumbró con solo 15 en Wimbledon, charla con EL PAÍS sobre racismo, salud mental y el rol social de los deportistas
Mientras departe, Cori Coco Gauff (Atlanta, Estados Unidos; 18 años) mira fijamente a los ojos y de vez en cuando no puede contener una carcajada. Acaba de alcanzar la mayoría de edad, pero su discurso, su juego y su soltura entre bastidores hacen ver que va muy por delante. Hace tres años impactó al mundo al convertirse en la tenista más joven de la historia en acceder al cuadro final de Wimbledon, siguiendo las huellas de otras niñas prodigio como Hingis, Capriati o Seles. Su progresión la ha guiado hacia la élite del circuito, pero no se conforma. Con 16 años fue una de las líderes femeninas durante las protestas antirracistas del Black Lives Matter, proyectando un discurso que se hizo viral. Y en ello sigue, con la idea de trascender.
Pregunta. Recientemente dijo que no quería que se la conociese únicamente como jugadora de tenis. Exactamente, ¿qué o quién quiere llegar a ser?
Respuesta. Simplemente quiero ser una persona con la que la gente se pueda identificar. Evidentemente, quiero hacer las cosas bien en la pista de tenis. Hay muchos deportistas que probablemente obtengan unos resultados impresionantes, pero luego el trato personal es otra historia... Quiero que se me conozca como una gran tenista y también como una buena persona.
P. Entonces, ¿quiere tener algún impacto en el mundo?
R. Por supuesto. Pienso que, con esta plataforma, si sigo ganando cosas más grandes tendré la oportunidad de tener algún impacto; quizá no en todo el mundo, pero sí en algunas personas. Y eso es suficiente.
P. Muchos dicen que usted está recorriendo el mismo camino que hicieron Serena y Venus Williams. ¿Es ese su objetivo?
R. Bueno, mi objetivo es ser la mejor versión de mí misma. Claro que quiero ganar un gran torneo, pero trato de no compararme con ellas. Es un honor la comparación, pero nunca seré como ellas. Procuraré ser yo misma.
P. Hoy día, los deportistas sois también grandes iconos. ¿Hasta qué punto es importante su voz? ¿Es consciente de la importancia de lo que dice y hace?
R. Diría que no me doy cuenta del todo, pero algo sí, y sé que algunos le pueden dar importancia a lo que digo, pero a veces no sé cuál será el impacto. Por ejemplo, en el 2020, cuando más candente estaba el movimiento Black Lives Matter, di una especie de charla en mi casa y pensaba que no saldría de allí, y de repente veo que sale en la CNN, la ESPN y en todas partes. Creo que muchas veces no me doy cuenta de cuánta atención presta la gente a lo que yo pueda decir.
P. Hace poco se mostró muy crítica con la ley Don’t say gay [’No digas gay’, que prohíbe hablar en las aulas sobre temas de orientación sexual e identidad de género hasta los nueve años en Florida]. ¿Qué piensa de que la gente aún piense así?
R. No lo sé. A mí siempre me enseñaron a respetar y querer a la gente independientemente de su nacionalidad, orientación sexual, religión, raza o lo que sea. Hay que tratar a la gente con respeto; si alguien te respeta, merece respeto. Hay personas que aún piensan de esa manera, pero creo que viene de lo que te enseñan tus padres. Si los padres tienen buenos valores, los hijos tendrán buenos valores. Mis padres me enseñaron desde bien pequeña a respetar las diferencias, a que no pasaba nada por ser diferente.
P. ¿Cuál es su opinión de la política, en general?
R. Es algo a lo que aún me estoy acercando. Ahora que ya he cumplido 18 años tengo una mayor responsabilidad en cuanto a estar informada. Este año podré votar; pero bueno, primero tendría que registrarme para poder votar… [risas]. Soy más consciente de que debo obtener más información de los sitios adecuados, ahora que tengo 18 años. De momento, solo quiero que todos se lleven bien [risas].
P. ¿Y qué opina del movimiento feminista? ¿Se considera feminista?
R. Sí. Pienso que hombres, mujeres y quienes estén en medio de los dos deben recibir las mismas oportunidades para hacer lo que quieran en la vida. Sé que hay quienes aún piensan que las mujeres tendrían que quedarse en la cocina. Yo tengo que dar las gracias a mi padre. También a mi madre, pero sobre todo a mi padre, porque siempre me crio para que fuese fuerte e independiente, sin roles de género. Me considero feminista, sobre todo gracias a él, y creo que todo el mundo tiene derecho a prosperar independientemente de cuál sea su sexo.
Mis padres me enseñaron que hay que respetar las diferencias. La siguiente generación será aún mejor
P. Hoy día siguen muriendo personas negras a manos de la policía. ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué piensa de su situación, no ya solo en los Estados Unidos sino en el mundo entero?
R. Pienso que, sin duda, las redes sociales han ayudado a la gente a ser más consciente del problema. Mi padre ha tenido alguna experiencia con la policía... No es algo que de repente haya empezado a ocurrir ahora, pero sí que más gente lo comunica, y la gente lo puede ver. Las redes sociales ayudan a ejercer presión sobre algunos para que sepan que tienen que comportarse de manera correcta. Desgraciadamente, es un problema que hoy todavía sucede y el hecho de que usted me haga esta pregunta hace que la gente sea más consciente de lo que está pasando. Todo empieza realmente con cómo te enseñan de niño. Pienso en mi generación y creo que la siguiente será aún mejor, porque habrá más personas enseñando estos valores a sus hijos.
P. Yannick Noah dice que la violencia policial es una cuestión que solo la abordan los negros, los afroamericanos. ¿Lo comparte?
R. Claro. Diría que en el pasado era una cuestión de la que solo se ocupaban los negros, pero en 2020 mi abuela, que tiene 70 años y ha vivido el movimiento por los derechos civiles, me dijo que ahora todo el mundo se estaba implicando por la causa, así que diría que es una cuestión de la que cada vez más gente habla y dice lo que piensa. Creo que antes les resultaba incómodo hablar de lo que estaba pasando, pero ahora, desde 2020 hasta 2022, he visto a personas de procedencias muy diferentes hablando de esta cuestión.
P. Osaka, Azarenka y otras jugadoras han hablado de la salud mental. ¿Le estamos dando a esta cuestión la importancia que merece?
R. Creo que en el mundo de hoy la gente le presta más atención. Pienso que es un tema del que cuesta mucho hablar, porque no todo el mundo se siente cómodo a la hora de hablar de ello, y desde luego felicito a Naomi y a Victoria por su iniciativa. En mi caso, no me siento nada cómoda hablando de mi salud mental en los medios, así que respeto mucho a las jugadoras que se han atrevido a hacerlo, que se han abierto al mundo. Siempre habrá alguien que te ataque por ello, pero ellas han abierto la puerta a poder hablar de esto. El cerebro de alguna forma es un músculo y la mente probablemente sea lo más importante de todo tu cuerpo, y si no hace su trabajo, si no eres feliz, sin duda afectará a todo lo demás.
Cada vez más gente habla de la violencia policial contra los negros, ahora hay mayor implicación
P. ¿Piensa que las deportistas jóvenes como usted están lo suficientemente protegidas?
R. Creo que el circuito WTA lo está haciendo bien. A mí me han ofrecido asistencia de psicólogos y expertos en salud mental, son recursos que ponen a nuestra disposición. Personalmente pienso que en la WTA lo están haciendo lo mejor que pueden. No pueden obligar a hablar a nadie, así que creo que, sin duda, están protegiendo a las jugadoras con las reglas sobre la edad. No se puede proteger a todo el mundo de todo; por ejemplo, en las redes sociales, por eso pienso que la WTA como organización lo está haciendo lo mejor que puede, ocupándose de toda la negatividad que se arroja contra las jugadoras.
P. ¿Cómo se imagina a sí misma dentro de 10 años?
R. En 10 años, tendré 28. Espero seguir en el circuito, con buena salud, feliz y, sobre todo, mucho más madura.
P. Muchas personas creen que usted será la número uno. ¿Cree que lo podrá alcanzar?
R. Sí, desde luego es uno de mis objetivos. Creo en mí misma, creo que lo podré conseguir, pero no tengo ninguna fecha para que ocurra. Espero que ocurra cuando toque. Definitivamente, es uno de mis objetivos.
P. Dice usted que Roger Federer es el mejor. ¿Qué es lo que más admira de él?
R. Diría que la persona que es fuera de la pista. He tenido la oportunidad de hablar con él de tenis y de la vida [está integrada en la agencia de representación del suizo], y siempre ha sido súper amable conmigo desde que tenía 13 o 14 años. Todos sabemos que es un gran tenista, con un servicio increíble, un revés increíble, cómo corta la pelota… Pero como persona también es increíble.
P. ¿Cree que es el más grande?
R. En mi opinión, sí, pero los tres [él, Nadal y Djokovic] son los más grandes. Técnicamente, ahora mismo, sobre el papel, Rafa es el que tiene más Grand Slams, pero para mí son los tres. Roger es mi favorito, pero porque tengo cierta conexión personal con él. Pero creo que no se puede comparar. El tenis... No hay ningún otro deporte que tenga a los tres más grandes jugando al mismo tiempo, en la misma era. Es algo por lo que tenemos que estar muy agradecidos.
P. Usted tenía solo 15 años cuando ganó su primer partido en Wimbledon. ¿Qué ha aprendido por el camino?
R. A ver, he aprendido que no se puede ganar siempre. También he aprendido a adaptarme al circuito y a jugar semana sí, semana también, y a disfrutar de las pequeñas victorias. Cualquier persona pierde más torneos de los que gana en una temporada, o normalmente ocurre así. Hay personas como Iga [Swiatek, la actual número no], que lo van ganando todo, pero las personas normales pierden más torneos de los que ganan [risas]. Tienes que disfrutar las pequeñas victorias. En su caso, gana más de lo que pierde [risas]. Espero llegar a eso algún día.
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