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Cruce de caminos
Columna
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Tommy Robredo, la tranquila labor de un artesano

Los últimos años del tenista que ahora se retira han sido hermosos por su significado. Lejos de las primeras posiciones, nunca ha dejado de vaciarse por su amor al deporte

Tommy Robredo
Tommy Robredo se despide de los aficionados en pista del Real Club de Tenis de Barcelona.BARCELONA OPEN BANC SABADELL (Europa Press)

Hay figuras que dejan una gran huella en nuestro deporte. La época dorada del tenis español ha despedido esta semana a Tommy Robredo, uno de los principales jugadores españoles de este siglo. Tras una amplia carrera deportiva, decimos adiós a una raqueta admirada, llena de talento y cuya sombra será bien alargada en el vestuario.

A sus 39 años, dejando atrás una trayectoria repleta de éxitos, Tommy ha tenido elegancia hasta en el momento de marcharse. Su adiós ha sido una emotiva despedida en el Conde de Godó, el escenario que le vio llegar al circuito con apenas 16 años. El mismo que le despide más de dos décadas después como un ejemplo de tenacidad y perseverancia en el deporte profesional. Ese torneo que conquistó en 2004 sobre Gastón Gaudio y en el que deja un enorme legado.

No hay mejor despedida para un deportista que la de poder decidir cuándo y dónde marcharse. La alta competición nunca garantiza nada, ni los resultados, ni las alegrías, ni mucho menos un adiós a voluntad del deportista. Tommy se ha ganado con honores poder dar los últimos pasos a su manera, rodeado por sus seres más queridos y aplaudido por una afición que siempre le ha respetado.

Tommy tenía ese talento innato, ese don de entrega, trabajo y lucha clave para el deporte profesional. Con un juego vistoso se fue formando como tenista hasta acumular éxitos que ya son historia de nuestro deporte. Sus 12 torneos ATP, su escalada hasta el top cinco mundial o esa gesta en Roland Garros, convirtiéndose en el primer jugador de la Era Abierta en remontar dos mangas en tres partidos consecutivos, resumen en unas pocas palabras de ese espíritu trabajador que siempre nos ha mostrado.

El Masters 1000 de Hamburgo, la presencia en la Copa Masters, tres títulos de Copa Davis o los siete cuartos de final de Grand Slam son méritos de una larga lista en manos del catalán. Sin lugar a dudas, es uno de los mayores talentos deportivos que ha tenido España en este siglo, y hay que rendirle homenaje como tal.

Los últimos años de Tommy han sido hermosos por su significado. Lejos de las primeras posiciones, apartado de los grandes torneos, nunca ha dejado de vaciarse por su amor al deporte. Eso es tan valioso como el mayor de los trofeos y es un ejemplo para todos los que empiezan. La competición muchas veces nos obliga a encontrar nuevas motivaciones, a reinventarnos mentalmente para seguir adelante, y Tommy es un gran referente.

La pandemia nos cambió la vida a todos. Formar una familia es una etapa que Tommy ha conocido en estos últimos tiempos, y es comprensible que las prioridades vayan cambiando poco a poco. Dedicar más tiempo a los tuyos, rodearte de los más cercanos, es una gozada que nuestro deporte aleja en cierto modo de nosotros. Y Tommy tendrá la suerte de poder dedicarse en pleno a esta faceta. Más allá de sus logros, deja un espejo en el que mirarse para tantos que hoy empiezan. Un ejemplo a seguir en lo profesional y todo un modelo a nivel personal. Siempre destacó por la pasión con que hacía su trabajo y, en un tiempo donde todo parece inmediato, representa la tranquila labor de un artesano. La de alguien que ha puesto mimo y tiempo hasta completar su camino.

El tenis ha sido todo un aprendizaje en su caso, saboreando los éxitos y también lo tortuoso de las lesiones. Pero su humildad, siempre con una sonrisa, le ha permitido sacar adelante cualquier obstáculo. Eso es lo que realmente define a un buen deportista. Su lado humano también ha sido digno de admirar, dispuesto siempre a ayudar a los más necesitados. Su fundación tiende la mano a las personas con discapacidad y, desde 2009, organiza un torneo de tenis en silla que ha ido creciendo gracias al cariño que hay detrás de la iniciativa.

Dentro de las pistas ha sido un referente. Fuera de ellas, un modelo ejemplar. Aplaudido por todos en su despedida, Robredo merece ahora el tiempo para disfrutar de los suyos. Como suelen decir, lo mejor está por llegar, Tommy. Enhorabuena por todo y mucha suerte en tu nueva etapa.

El tenis te echará de menos.

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