El viaje de Raúl García Pierna e Igor Arrieta al ciclismo profesional: “No es fácil llegar a ser lo que te crees que eres”
Los dos corredores del Kern Pharma, jóvenes de la llamada ‘generación Ayuso’, conversan sobre sus ambiciones y los cambios que ha sufrido su oficio
Nacieron en 2001 y 2002. Son cuatro. Se les puede etiquetar como los juniors de oro del ciclismo español o, también, atendiendo al brillo de su componente más destacado, a su tirón, generación Ayuso. Son, así se quiere que sean, el ciclismo español que llega, los adelantados. Los cuatro pasaron a profesionales antes de cumplir los 20, saltándose la categoría antes llamada amateur y ahora sub23, pero más que la edad les une el carácter, la ambición, la impaciencia, el convencimiento de que la vida pasa rápido y no se puede uno quedar parado, que alguno más joven le puede desplazar, está deseando apartarle. De ahí nacen los mandamientos de su mística. uno se expresa según su personalidad. Juan Ayuso (Barcelona, 16 de septiembre de 2002), aceleradamente, sin miedo a ser esclavo de sus palabras, de sus pensamientos. Carlos Rodríguez (Almuñécar, 2 de febrero de 2001) piensa en grande pero no habla en alto. No es timidez, es prudencia pública. Ambos podrían ser los faros del cuarteto. Corren en equipos grandes, el UAE y el Ineos, donde no son, precisamente, los últimos de la fila. Los otros dos, Raúl García Pierna (Tres Cantos, 23 de febrero de 2001) e Igor Arrieta (Uharte Arakil, 8 de diciembre de 2002) tienen más puntos en común. Son ambos hijos de ciclistas profesionales (Félix García Casas y José Luis Arrieta) y ambos corren en el mismo equipo, el Kern Pharma, que se presenta como el equipo con menor media de edad del pelotón. “Somos la apisonadora humilde. Ese tiene que ser nuestro lema”, dice su director, Juanjo Oroz, en la presentación del conjunto, y se lo recuerda a la veintena de ciclistas que de pie a su espalda forman un telón de fondo. Minutos después, Arrieta y García Pierna se sientan y hablan de ciclismo, de su visión, chavales del siglo XXI, del oficio, de su deseo de ser campeones.
¿Júniors de oro? ¿El ciclismo que llega?
Raúl García Pierna. Si la gente de fuera te pone en el grupo ese, el de los buenos, es que algo por lo menos verán en nosotros, ¿no? Pero según vas creciendo, te das cuenta de que puedes ser el mejor en juveniles pero llegas a sub23 y es otro mundo; y eres el mejor en sub23 y pasas a profesional y es otro mundo. Hay que trabajar mucho. Eso no es fácil. No es fácil llegar a ser lo que te crees que eres. Sí que nos gustaría, claro...
Igor Arrieta. Eso es, Raúl. Algo habremos hecho bien para que nos metan ahí. Eso te hace pensar que por qué no podrías llegar a ser bueno, ¿no? No entramos con miedo, no. Con respeto, sí, pero siempre sabiendo que nosotros también andamos, y queriendo demostrarlo al máximo.
RGP. Porque si vas con miedo ya de antemano... Si son un poco mejores que tú y encima vas con miedo, ya sí que es imposible acercarte a ellos. Yo, aparte de carretera, hago también velódromo, y tú haces ciclocross en invierno, y se demuestra que el que es bueno lo es en todo. Del ciclocross han salido los más famosos de ahora, Van Aert y Van der Poel, pero hay mogollón de gente que ha llegado a la carretera por caminos no tradicionales. Están Pidcock, Evenepoel... No sé tú, Igor, pero yo siempre he pensado que son ciclistas de referencia pero que yo quiero ser yo, y hacer lo mejor que yo pueda sin fijarme en nadie.
IA. Eso es. Bueno, para mí sí que son referente de ver hasta dónde puede llegar alguien, a ese punto de ser ídolo para tanta gente. Se trata de llegar a ser algo no parecido, pero bueno, siendo yo mismo intentar hacer cosas grandes también. No ser anónimo en el pelotón. No quiero quedarme a medias. Quiero demostrar todo lo que puedo llegar a ser. Intentarlo con todo.
RGP. Y su forma de correr, con ataques de lejos… Igual es mejor también arrancar de lejos que no quedarte a rueda cuando sabes que no vas a aguantar. Hay que intentar de otra forma diferente. Van der Poel y Van Aert son los mejores, pero arrancan sin miedo de lejos, aunque revienten. Defienden sus bazas.
El piñón fijo, el barro, la mística del ciclismo que gusta, la soledad
IA. El ciclocross es el barro y la técnica y el dominio de la bici, y es el ambiente, un ambiente diferente comparando con la carretera. Un ambiente mucho más cercano, más individual, sí, no hay equipo, pero es más familiar. Vas con todos y tienes a los conocidos con los que has corrido desde cadetes... Es bonito, ¿no? Y también te olvidas de pulsómetro, de potenciómetro... Es una desconexión de todo eso, y no creo que vaya mal. No es que con el potenciómetro no vaya a gusto, porque me gusta mirar y todo eso, pero hay que desconectar.
RGP. La pista me gusta en invierno, los días de lluvia en el velódromo, sin pasar penuria mojándote en la carretera. Haces trabajo de intensidad que igual en carretera te cuesta más, y el piñón fijo te fuerza a pedalear más ligero, más eficiente... Es un poco cambiar de aire. Tiene muchas cosas buenas y en la temporada te ayuda bastante. Y, también a solas, el gravel, bicicleta por caminos… Cuando estoy en casa también me gusta mucho, porque pasas menos frío, y, como las carreteras ya te las conoces, vas por zonas nuevas... es cambiar de aires.
IA. A mí me gusta eso, ir solo. La mayoría del año entreno solo, pero cuando entrenamos con el equipo también se entrena muy a gusto... Cada uno tiene su entrenamiento, sus series, su lo que sea y hay muchas veces en las que tienes que ir solo para hacer lo tuyo.
RGB. A mí me gusta el grupo, pero hay momentos que prefiero ir solo. Tienes que hacer tu trabajo específico y no te apetece que nadie vaya, no molestando, pero... Quieres ir como tú quieres, y aunque no sea trabajo específico, ir algunos días al ritmo que te apetece, y si vas con otro no puedes. Si has quedado con alguien no puedes hacer solo lo que te apetece a ti. El entrenamiento es un desafío contra uno mismo, psicológicamente. Es lo que buscas, mejorar tus límites.
IA. Yendo solo, eres más consciente del entrenamiento que estás haciendo... En el grupo se pasa más rápido, pero solo es muy agradable ver el trabajo que haces.
RGP. En grupo tienes siempre la parada del café, los piques con compañeros... Pero entiendo que hay que saber hacer el trabajo bien hecho, y es lo que te va a llevar a lo alto. Si eres Valverde... Es que Valverde, entrene solo o entrene con gente, va a ser muy bueno igual. Al final, Valverde lleva vida de cicloturista, entre comillas, ¿no? sale con la grupeta y se divierte. Por eso lleva tantos años, porque le encanta lo que hace y no le supone un esfuerzo...
¿Generación Juan Ayuso? ¿Vosotros, más prudentes? ¿Hijos de profesionales? ¿Él, otro mundo?
IA. La forma de ser viene en la persona, no solo en que tengas un padre ciclista. Cada uno es como es y actúa según le hayan ido las cosas, aunque, claro, tener padre que ha sido ciclista profesional te hace ver lo duro que es esto. Mi padre no ha sido ganador pero ha sido ciclista bueno toda la vida. Valoras viéndolo lo que cuesta conseguir los triunfos o las cosas en el deporte.
RGP. Sí, claro, Juan es muy así, pero todos queremos ganar y todos hacemos todo lo que podemos para ganar. Tampoco es malo, ni mucho menos, lo que él hace. Hace muchas cosas bien y así de bien le va. Como dicen aquí, en el Kern, hay que trabajar y no hay otra forma de llegar que no sea trabajando, eso de la apisonadora humilde. A mí siempre me gusta estar tranquilo porque sé que yo he trabajado muy bien, sí, pero que el resto también lo ha hecho. Todos queremos ganar porque, si no, no competiríamos, y cada uno lo muestra de una manera. Mi padre ya me dice que soy mejor que él porque él a mi edad no había llegado donde he llegado yo, pero es muy difícil que yo llegue a ser mejor que mi padre. Somos corredores diferentes por perfil y nunca nos podríamos comparar objetivamente. Él era un escalador puro y yo soy más completo. En casa es verdad que es un punto, un objetivo para trabajar, el llegar a ser como él.
IA. La suerte que tenemos es tener un referente en casa. Te fijas hasta dónde ha llegado él y piensas hasta dónde crees que puedes llegar tú. Si se da mejor o peor no se sabe.
RGP. Son épocas diferentes. No se puede comparar. Se puede intuir, pero es diferente. Es difícil comparar. Está claro que teniendo dos padres profesionales eso te puede ayudar mucho a ver por dónde hay que tirar, o a seguir los consejos de su experiencia.
¿Empezar en equipo grande, ya crecido, o, mejor, en un equipo pequeño y hacerlo crecer?
IA. Ese es el objetivo del Kern... La ambición no va en el equipo sino dentro de cada persona. No te vale mucho estar en un Ineos, por ejemplo, si no tienes ganas de andar en bici o no tienes esa pasión. Pero si estás en este equipo y tienes esas ganas, crecerás tú y crecerá el equipo a la vez.
RGP. Claro, a todo el mundo nos gustaría estar en Ineos, en UAE, en Jumbo..., pero, bueno, también allí igual eres uno más, y en un equipo más pequeño, y más en esto, todo es más cercano. Es más, por así llamarlo, amateur, en el sentido de que están mucho más pendientes de ti, te dejan más libertad. Estar en un equipo más grande no quiere decir que vayas a avanzar más. Es mucha gente la que lo piensa pero yo no lo creo. Tienes que estar en un equipo grande solo si estás preparado para estar en un equipo grande, porque si no hay mucha exigencia y mucho nivel allí y puede ser que te desanimes o cualquier cosa. Y en un equipo más pequeño tienes más responsabilidad. Los buenos, por así llamarlo, son los que tienen que disputar, y es más fácil, entre comillas, ser de los buenos. Pero la responsabilidad es la misma. En un equipo grande, si estás trabajando para Pogacar, por ejemplo, y no haces bien tu trabajo, a Pogacar ya no le vas a servir...
IA. Ellos te exigen, sí, más trabajo y andar en un sitio o en otro. En uno más pequeño tienes más libertad de poder trabajar más para ti, o que te luzca más. En un equipo grande te van a exigir lo mismo o más pero no vas a ser al que más se vea... va a haber otra gente en la que de verdad se va a a ver reflejado el trabajo de más gente.
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