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Verstappen no va de broma

Primera ‘pole’ del holandés de Red Bull, que presenta batalla a los Mercedes en Bahréin, donde Sainz arrancará el octavo y Alonso, el noveno

GP Bahrein F1
Verstappen, en Bahréin.ANDREJ ISAKOVIC (AFP)
Oriol Puigdemont

El riesgo es un componente intrínseco en la Fórmula 1 y así se explica que Liberty Media, el promotor del campeonato, proyecte el calendario más ambicioso de la historia, con 23 grandes premios repartidos a lo largo de nueve meses, en plena pandemia global. El Mundial arranca este domingo en Bahréin (17.00, Movistar Fórmula 1 y DAZN), el mismo sitio en el que terminó el anterior y donde hace menos de dos semanas se concentró una pretemporada de solo tres días.

Sobre el papel, las restricciones aerodinámicas aplicadas al reglamento deben igualar las fuerzas de un certamen que lleva buscando eso desde hace más de un lustro, habida cuenta del rodillo que ha pasado Mercedes desde la introducción de la tecnología híbrida, en 2014.

La marca de la estrella, con sir Lewis Hamilton –fue investido por la Reina de Inglaterra tras encasquetarse su séptima corona–, parten como principales favoritos para encadenar el octavo doblete consecutivo. El británico, que ya iguala a Michael Schumacher en número de títulos (siete), aspira a desmarcarse del alemán y a convertirse, con los datos en la mano, en el piloto más exitoso de siempre. No obstante, si se tiene en cuenta la información que dejaron los ensayos de invierno, el piloto de Stevenage (Gran Bretaña) probablemente tenga más trabajo que en los últimos años, en los que se paseó sin oposición.

El frenazo de los monoplazas provocado por los recortes aerodinámicos parece haber dañado especialmente a la marca de la estrella a la vez que le ha dado un empujón a Red Bull y a Max Verstappen, su Niño Maravilla. El holandés de 23 años, un león enjaulado, ya se impuso en la última parada del curso pasado y presenta su firme candidatura a pelear por la primera victoria de este.

Mad Max se adjudicó este sábado en Sakhir la primera pole de la temporada y la cuarta de su palmarés, tras imponerse a las dos Flechas de Plata; Hamilton (segundo) y Valtteri Bottas (tercero). Tras su primera cronometrada enfundado en el mono de Ferrari, Carlos Sainz terminó el octavo, justo por delante de Fernando Alonso, que arrancará el noveno. “Acabamos bien el año pasado y el duro trabajo hecho este invierno ha dado sus frutos. El coche funciona muy bien en las tandas de vueltas cortas y también en las largas”, comentó el abanderado de Red Bull.

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En los escasos diez días que han pasado desde los test invernales, Mercedes ha sido capaz de corregir parte del déficit que se hizo evidente respecto de la estructura del búfalo rojo, una deriva que seguramente se acentuará con el avance del calendario y que, a menos que las sorpresas se sucedan, debería volver a situar al constructor de Stuttgart al al mando.

Por lo demás, esta primera batalla con fuego real sirvió para certificar, por un lado, la revitalización de Ferrari, y por el otro, que Alonso sigue siendo especial: en su primera sesión de clasificación tras su regreso a la F1, el asturiano se metió en la Q3 y superó a Esteban Ocon, su compañero en Alpine.

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