Mgunzu, misión en el Congo
Encuentro con José Antonio Ruiz, el aventurero que construyó una escuela en uno de los países más peligrosos de África
José Antonio Ruiz es el protagonista del programa Mgunzu-Operación Congo que actualmente emite Cuatro con mucho éxito, un docureality show donde se muestran las aventuras y desventuras del protagonista para crear una escuela en el Congo, uno de los países del África subsahariana más conflictivos. Conozco personalmente a José Antonio desde el 2014, cuando un grupo de cuatro amigos decidimos crear una agencia de viajes de aventura. Por aquel entonces, José Antonio ya era un apasionado de África y de países tan bellos como conflictivos, como Irán o Yemen, y de hecho organizó varios viajes a aquellos destinos. Pero esa es otra historia.
Se tiene la imagen de que quien es capaz de adentrarse por territorios donde las balas de Kalashnikov vuelan aleatoriamente es un exmarine, fornido, con barba tupida y en un permanente estado de ánimo entre intenso y cabreado. José Antonio no encaja en ese estereotipo, seguramente heredado de las películas americanas; es un hombre sencillo, tranquilo, amable, con aire bohemio y una voluntad de acero. Yo añadiría que con un toque de locura, porque irse al Congo a construir una escuela no es una idea muy común. De hecho, José Antonio es el único aventurero que he conocido que recorre el mundo con la intención de hacer algo por los demás y no para completar hazañas para sí mismo.
- P. ¿Por qué el Congo?
- R. Siempre tuve claro que quería ayudar en lugares que reciben poca o ninguna ayuda. En general, haber nacido en un sitio o en otro puede marcar tus oportunidades en buena medida y mi intención era llegar a niños que no tuvieran ninguna. En el este de la República Democrática del Congo se da esta circunstancia por lo remoto, necesitado y conflictivo, así que no lo dudé ni un instante.
- P. ¿Tienes planeado ampliar la escuela o construir otra instalación como un hospital?
- R. No descarto nada a priori, aunque dependerá de diversos factores. Cada lugar tiene unas necesidades y unas características, y cada tipo de obra una complejidad distinta. En cualquier caso, la próxima acción irá destinada a comunidades o colectivos con una gran necesidad. En un futuro cercano comunicaré mis planes para que, quien lo desee, pueda participar. En mi cuenta de Instagram @jaruizdiez voy informando de todo.
- P. ¿Has tenido problemas para llevar a cabo tu proyecto?
Muchísimos. Este tipo de lugares son un reto a todos los niveles. Entre otras cosas es por este motivo por el que reciben poca o ninguna ayuda. Lidiar con inseguridad, corrupción o una logística infernal, por mencionar algunos obstáculos, es muy complicado. Todo esto puede desanimar al más optimista y es ahí donde entra el poder de la determinación.
- P. ¿Y alguna anécdota inspiradora?
- R. Más que una anécdota, y que siempre llevaré en mi mochila, es una enseñanza que me ha dejado África. No importan lo grandes que sean los obstáculos ni la falta de recursos, cuando nos unimos todos y nos comprometemos profundamente con algo, el ser humano es capaz de cualquier cosa. Y esto siempre me viene a la cabeza cuando pienso en la situación que estamos viviendo actualmente.
- P. ¿Qué es lo que más te ha impresionado del Congo desde el punto de vista de la naturaleza?
- R. Los paisajes de la R. D. del Congo son tan variados como espectaculares. Hay algunos que te dejan directamente con la boca abierta como el peligroso volcán Nyiragongo con su lago de lava permanente. Y la fauna no se queda atrás con el okapi, que solo existe allí, o los últimos gorilas de montaña en Virunga. Para que nadie tenga que correr riesgos, ¡¡podéis verlo todo en Mzungu-Operación Congo!!
- P. ¿Cómo surgió la idea de hacer un programa TV sobre tu proyecto?
- R. Para inspirar a que más personas lleven a cabo sus propias acciones solidarias y hacer un proyecto autosostenible, hay que darlo a conocer. Y yo estaba dispuesto a hacerlo de forma notoria por muy complicado que fuera. El medio audiovisual puede ser un altavoz muy potente y me decidí por esa vía. Claro que yo, cuando salí a grabar lo que hacía, no sabía que esa grabación acabaría en el horario de máxima audiencia de canal Cuatro de Mediaset.
- P. ¿Cómo ha sido la acogida del programa Mzungu-Operación Congo?
- R. La verdad es que ha sido brutal. Cientos de miles de personas han vivido una montaña rusa de emociones, se han inspirado, han desconectado de todo, se han entretenido solos o en familia… Y esto lo han dicho los espectadores, no yo. Ha sido increíble. No tengo más que palabras de agradecimiento para ellos y para todos aquellos que me han ayudado a que haya sido una realidad. Por cierto, ahora se pueden ver online los seis capítulos del programa en mitele.es.
- P. También has escrito el libro El loco del Congo, éxito de ventas y ya en su segunda edición. ¿trata sobre el programa?
- R. Si bien revela situaciones que ocurrieron en la grabación y que no salen en el programa, el libro relata el origen de todo, mis motivaciones, lo que la vida me ha enseñado para afrontar proyectos de esa magnitud o de cualquier otra. Todo ello a través de un curioso viaje por el mundo que te hará reír un buen rato seguro, porque me pasan unas cosas... Además, todos buscamos darle un sentido a nuestras vidas, y el libro, de una forma u otra, te da respuestas.
- P. Y hablando de viajar, ¿qué otro destino en el mundo figuran entre tus favoritos?
- R. Esa es una pregunta muy difícil, ya que, para mí, cada destino tiene sus atractivos. Si me pusiera a contar todos mis destinos favoritos… ¡me faltaría espacio! Todos me gustan por algún motivo, pero los que más me fascinan son aquellos en los que se encuentra la gente que me quiere.
'El loco del Congo. Querer para crear'
De la editorial Planeta, este libro da las claves para motivarse en algo que la gran mayoría calificaríamos de imposible o locura. Una lectura amena e inspiradora.
- P. ¿Qué viaje tienes en tu lista por hacer que no hayas realizado?
- R. ¡Uf! No te puedes imaginar el tamaño de la lista… Pero por comentar algunos, y ojalá pueda hacerlos algún día, te diría que me gustaría conocer Brasil con mayor profundidad, recorrer lo más remoto de Rusia, visitar islas como las Phoenix en Kiribati, explorar el norte de Canadá, adentrarme más en Irak, perderme de nuevo por el sur de Libia, seguir conociendo la India y, por supuesto, Teruel y Zamora, ¡las capitales de provincia que no conozco!
- P. ¿Aconsejarías a los lectores visitar el Congo? Si no, ¿qué destino aconsejarías al aventurero medio?
- R. El Congo, aunque tiene mucho que ofrecer, no es un destino para todo el mundo en absoluto, especialmente las regiones del este del país. Hay que estar dispuesto a correr riesgos e ir muy bien informado. Al final es una decisión muy personal porque un brote de violencia puede ocurrir en cualquier momento y te puedes ver en una situación de la que podrías no salir. Creo que para el aventurero medio —y no por ello ni mejor ni peor— hay destinos en África más afables como Camerún, Namibia o Mauritania por mencionar tres.
- P. ¿Sigues siendo mzungu o ya eres un congoleño más?
- R. La palabra mzungu tiene varias acepciones como “blanco/caucásico” o “extranjero” y literalmente significa “viajero errante”, así que supongo que siempre seré uno. No obstante, yo he vivido la mayor parte de mi vida fuera de España, en 11 países distintos y siempre me he sentido de alguna forma uno más del lugar. Aprender un poco de su idioma, compartir sus costumbres y el día a día, codo con codo, te abre un hueco en su comunidad y así me han hecho sentir.
Un loco muy nuestro
A José Antonio le encanta descubrir y aprender de lugares y culturas nuevas, planificar viajes, bucear y los deportes de adrenalina, le da a la guitarra, baila merengue y lo intenta con la salsa, le pirra el helado de Stracciatella, las lentejas, las papas arrugás con mojo picón y el café solo. Hasta ahí, es el típico español medio que se puede encontrar uno en la calle o como comensal de First Dates, el resto da para escribir varios libros. De la cosecha del 74, Las Palmas, estudió ADE en Róterdam y se abrió camino en el ámbito profesional de las grandes empresas, pero un buen día lo dejó todo para devolverle a la vida lo que la vida le había dado a él. Un periplo vital fuera de lo común que le ha llevado a recorrer todos los países del planeta, a vivir en 11 de ellos en los cinco continentes y a estar al borde de la muerte en más de siete ocasiones. Con su mochila cargada de determinación, hoy vive a caballo entre el altruismo extremo y el emprendimiento. Se le puede seguir la pista en su Instagram @jaruizdiez.
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