McEnroe y Navratilova piden que se quite el nombre de Margaret Court a una pista por sus críticas homófobas
Los extenistas piden que se renombre la segunda cancha de Melbourne por los constantes ataques homófobos y xenófobos de la campeona histórica con más grandes (24), hoy día pastora cristiana
Transcurría el día con tranquilidad en Melbourne Park, donde la 1573 Arena –la cuarta pista más grande del Open de Australia, con capacidad para 3.000 personas– acogía en la matinal una exhibición de veteranos, cuando se produjo la escena: al terminar el partido de dobles y después de que el resto de competidoras se dirigieran al vestuario, Martina Navratilova, una de las tenistas más laureadas de la historia, ascendió a la silla del juez de silla y comenzó a enunciar su discurso: “He estado hablando sobre un tema desde hace tiempo, y John McEnroe está aquí para unirse a mí y continuar con la conversación…”.
En ese instante, el sonido del micrófono de la silla y la señal televisiva que cubre cada una de las pistas –se desconoce si de forma fortuita o bien deliberada, por decisión de alguien…– se interrumpieron, así que los dos exjugadores encontraron una alternativa luciendo su pancarta para seguir con la reivindicación. “Evonne Goolagong Arena”. La destinataria del mensaje, la organización del torneo. Navratilova y McEnroe lo decían a las claras: no a la pista Margaret Court, que es como se denomina la segunda más grande del torneo, edificada en 1987 con el nombre Show Court One y rebautizada en 2003 para honrar a la tenista local que conquistó 24 grandes; es decir, más que Serena Williams (23), Roger Federer (20), Rafael Nadal (19) o cualquier otro jugador, da igual el género.
Esto último, el género o la libertad sexual de cada uno, no parece darle igual a Court, una mujer de 77 años que en su día fue una extraordinaria tenista y hoy día es una pastora cristiana que ve demonios por todas partes y ataca a gays y lesbianas, entre otras muchas lindezas (apartheid, raza, niños transgénero ...), un día sí y otro también. “Todos aquellos que alzan la voz contra mi forma de entender la vida odian a Dios. Desgraciadamente, el diablo se hace presente en la prensa, la política, la educación y la televisión, pretendiendo controlar a todo el país e imponer su forma de entender la vida”, denunció el pasado mes de diciembre, por enésima ocasión. En 2017 dio a una emisora de radio cristiana: "El tenis está lleno de lesbianas. Incluso cuando yo jugaba ya había un par, pero un par que mandaba y llevaba a las jóvenes a las fiestas y esas cosas…”. Aseguró que los niños transgénero "son producto del diablo”, y atacó al movimiento LGTB por "confundir a la juventud".
Court apenas se deja ver hoy día en el circuito y dice sentirse perseguida. Reside en su país y cada vez que puede ataca con todo al colectivo LGTB. Esta edición iba a entregar teóricamente el trofeo a la campeona femenina, pero finalmente el torneo rechazó la opción. No obstante, el lunes recibió un homenaje en la pista central (Rod Laver Arena) con motivo del 50º aniversario de su consecución del Grand Slam; es decir, los títulos de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open que ganó en 1970. Una proeza deportiva que solo han conseguido otras dos tenistas, la estadounidense Maureen Connolly (1953) y la alemana Steffi Graf (1988). La australiana fue obsequiada en una ceremonia más bien discreta, sin alardes, antes de que Nadal y Nick Kyrgios se midieran en los octavos.
“Solo hay algo más largo que la lista de victorias de Margaret Court: su lista de declaraciones ofensivas y homófobas”, denunció McEnroe en un duro vídeo. “Serena, hazme un favor: consigue este año otros dos grandes [tiene 23] para que así podamos dejar a Court y todas sus ofensas en el pasado, que es donde pertenecen...”, expresó el estadounidense, de 60 años. Y el mismo lunes, Navratilova, que censura a la anciana heroína de la raqueta desde hace años, publicó un escrito en un portal en el que argumentaba porqué se debe reemplazar el nombre de Court por el de Goolagong para la citada pista.
“Evone [siete Grand Slams individuales y exnúmero uno en los 70, entre otros méritos] es la encarnación de lo que realmente debe ser un modelo a seguir o un héroe. Su herencia, su éxito contra viento y marea y su vida ejemplar fuera de la cancha, en la que se ha entregado tanto a tantas causas, son atributos que podemos celebrar de todo corazón”, redactó Navratilova, ganadora de 18 grandes y muchos otros premios. “Cuando los aeropuertos, edificios, calles o estadios llevan el nombre de algunas personas se hace, o al menos se debe hacer, para honrar a seres humanos excepcionales”, continuó.
“Pensemos en Muhammad Ali, Nelson Mandela, Martin Luther King, Billie Jean King, Rod Laver, Rosa Parks. ¿No sería apropiado que el Staples Center [el pabellón de los Lakers] fuera renombrado como un homenaje a Kobe Bryant? Todos ellos sobresalieron en sus campos y los trascendieron; hicieron una contribución positiva a la humanidad; lideraron con el ejemplo. Y, tal vez sobre todo, estaban en el lado correcto de la historia”, sigue el texto.
“Pero Margaret Court no pertenece a esa compañía o categoría. Nadie discute sus logros en la cancha de tenis y su lugar en la historia del deporte sigue siendo tan distinguido como parece. Nadie quiere quitarle o disminuir su carrera, y mucho menos yo. Margaret, Billie Jean [King] y Rod [Laver] fueron los héroes de mi infancia. Yo quería ser como ellos. Entonces, me duele decir esto, pero Margaret Court Arena debe renombrarse”, cierra.
Este martes por la tarde, la organización del Open de Australia emitió un comunicado advirtiendo a Navratilova y McEnroe. “Aceptamos la diversidad, la inclusión y el derecho de las personas a tener una opinión, así como su derecho a expresar esa opinión”, decía el texto el comunicado; “pero este evento tiene normas y protocolos para cualquier aficionado, jugador o invitado para garantizar la integridad de nuestro torneo. Hoy, dos invitados de alto perfil han incumplido el protocolo y estamos trabajando en esto con ellos”.
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