Cualquier tiempo pasado fue mejor
El batacazo del Dépor evoca declives históricos como los de Nottingham, Aston Villa y Hamburgo, tres campeones de Europa
De campeón de Liga a Segunda B en 20 años. El relato del Deportivo no es único ni en el fútbol español ni en el balompié mundial, pero sí es el más reciente y evoca el recuerdo de que hasta tres campeones de Europa han acabado en las tinieblas de la Segunda división y hasta de la Tercera. En España, además del Deportivo, todos los campeones de Liga, menos el Real Madrid, Barcelona y Athletic, han conocido tarde o temprano el descenso de categoría. A saber: Atlético de Madrid, Real Sociedad, Valencia, Sevilla y Betis.
En el caso de los verdiblancos, que ganaron el título liguero en la temporada 1934-35, bajaron a Segunda en 1940 y a Tercera en 1947, donde pernoctaron siete temporadas antes de recuperar la categoría de plata en 1954. El Deportivo, con fama de equipo ascensor, 46 temporadas en Primera y 41 en Segunda, también conoce las tinieblas de los bajos fondos. En el curso 1974-75 militó en Tercera y en el curso 80-81, en Segunda B.
El abismo del Forest
Posiblemente el ejemplo del Nottingham Forest, 135 años de vida, sea el más representativo del viaje entre el edén y el abismo. En la década de los 70, en pleno apogeo del fútbol inglés, recogió el relevo del Liverpool, que había conquistado dos Copas de Europa consecutivas (1977 y 78) y desde la nada emparejó otros dos títulos (79 y 80). Muy pocos en el viejo continente sabían nada sobre ese club dirigido por un iluminado futbolístico, Brian Clough, con su inseparable Peter Taylor como fiel escudero. Clough había entrado en la elite del fútbol del Reino Unido al ganar la Liga con el Derby County (1971-72) y en Nottingham se consagró definitivamente con su trilogía de títulos.
Tres años en la gloria y el resto de su vida con más viajes de los deseados entre el purgatorio y el infierno. El Forest subió a la First División —el precedente de la Premier— en la temporada 1977-78 y se proclamó campeón. Debutó en la Copa de Europa (78-79) contra el Liverpool, defensor del título, le elimina y acabó ganando el trofeo en Múnich tras derrotar 1-0 al Malmoe sueco con un gol de Trevor Francis. Repitió experiencia en la máxima competición y abrochó el segundo título en el estadio Santiago Bernabéu (1-0) ante el Hamburgo, tanto de Robertson.
Esos dos éxitos le permiten jugar sendas Supercopas de Europa contra clubes españoles. Ganó la primera al Barcelona (1-0 y 1-1) y perdió la Segunda con el Valencia por el doble valor de los goles (2-1 y 1-0).
El estreno de la Premier (91-92) le pilló en la máxima categoría, pero en 2005 cayó fundido a la League One, la tercera inglesa, donde se pasó tres temporadas antes de volver a asomar por la Championship (Segunda), división en la que ahora milita.
El dinosaurio alemán
El club que hacía sombra al Bayern en Alemania en las décadas de los 70 y 80, también reúne una trayectoria decadente que culminó en la temporada 2017-18 con su descenso a Segunda. Presumía el Hamburgo de ser el único club germano que había disputado la Bundesliga desde su puesta en marcha en 1963. Un total de 55 Campeonatos consecutivos. Pero después de jugar con fuego tanto en el terreno deportivo como el económico desde el comienzo del nuevo siglo y dos salvaciones milagrosas en los playoffs, acabó encapotado en el hoyo de la Segunda, del que no ha podido salir en dos intentos consecutivos.
El dinosaurio, como se le conoce en su país, disputó dos finales de la Copa de Europa en tres años. En la primera (1979-80) protagonizó en semifinales una remontada histórica ante el Real Madrid (5-1) con una extraordinaria actuación de Keegan —dos balones de oro jugando en el Hamburgo—. En la final y contra todo pronóstico, cayó ante el Forest. En la 82-83, sin embargo, ya sin Keegan, pero con el ilustre austriaco Ernst Happel en el banquillo, logró la Bundesliga y se impuso en la final a la mismísima Juventus de Trapattoni, que contaba en sus filas con los Zoff, Gentile, Platini, Boniek, Paolo Rossi. Un solitario gol de Magath y una portentosa actuación del portero Stein dieron el título a los hanseáticos.
Milagro villano
El Aston Villa puso la sexta piedra en el rascacielos que el fútbol inglés estaba levantándose en la Copa de Europa. Tres títulos del Liverpool, dos del Nottingham… y en el 82, el Aston Villa. Club creado en 1874, fundador de la Football Legue en 1988 y de la Premier en el 92, en la que se había mantenido siempre hasta la primavera de 2016 que descendió. Este curso recuperó la categoría, pero ocupa posiciones de descenso y tiene complicada su continuidad en la élite.
Con siete Ligas y siete Copas, su gran gesta fue derrotar en De Kuip (Rotterdam) al Bayern de Uli Hoeness y Karl Heinz Rumennigge. Bastó con un gol de Peter White a pase de Tony Morley. No deja de ser extraño que mediada la temporada fuera destituido el primer entrenador, Ron Saunders, por su irregular marcha en la Liga y que el título lo ganara con su segundo, Tony Barton, en el banquillo.
El ejercicio de supervivencia en la final ante el acoso alemán fue ejemplar con el portero suplente, Spinks, como gran figura. Solo había jugado un partido en toda la temporada y tuvo que sustituir al titular, Rimmer, a los 10 minutos. Cinco años después de este éxito el Aston Villa (86-87) descendió a Segunda como último clasificado.
Un fiasco monumental
Al otro lado del Atlántico tampoco los grandes entre los grandes se han salvado de situaciones embarazosas. En Argentina, fue casi cuestión de estado el descenso de River Plate a la Primera B Nacional en 2011. Un año en el infierno para recuperar de inmediato el derbi contra Boca Juniors. También Independiente, siete veces campeón de la Copa Libertadores, el equivalente a la Champions, perdió la categoría en 2013.
En Brasil, solo tres grandes, Flamengo, Santos y São Paulo, se salvan de haber descendido. Fluminense lo hizo en 2013, pero los tribunales le salvaron en el último momento. Cruzeiro, Gremio, Palmeiras, Corinthians, Vasco, Internacional de Porto Alegre y Atlético Mineiro, todos campeones de la Libertadores, perdieron la categoría. También Botafogo, otro clásico de Río.
Los infiernos por corrupción y quiebras económicas
Varios clubes aristocráticos y con la etiqueta de campeones de Europa se han visto descendidos de categoría por diferentes motivos, casi siempre vinculados con el amaño de partidos. En Italia, los dos casos más significativos son el Milan y la Juventus. El primero descendió a Segunda dos veces en tres años. En la 79-80 por el conocido caso del <CF1001>Totonero</CF> en el que intentó arreglar un encuentro con el Lazio. Además, su presidente, Colombo, y el portero, Albertosi, fueron sancionados a perpetuidad. El segundo descenso (81-82) fue por clasificación deportiva.
La Juventus fue protagonista del caso Calciopoli en 2006. La justicia le acusó y sancionó por manejar las designaciones arbitrales a lo largo de varios campeonatos. Además del descenso, se le quitaron los dos últimos títulos (2005 y 2006) y arrancó la siguiente temporada con 30 puntos menos. El club bianconero sigue contabilizando oficialmente esos dos trofeos como ganados.
En Francia, su único campeón de Europa (92-93), el Olympique de Marsella fue descendido y desposeído del título de Liga por la compra de un partido contra el Valenciennes, una semana antes de disputar la final de la Champions contra el Milan. Se mantuvo dos años en Segunda (94-96). La UEFA, sin embargo, le mantuvo el título continental.
Otro histórico, el Glasgow Rangers, desapareció por quiebra económica en junio de 2012. Con 139 años de vida, 54 Ligas, 33 Copas y una Recopa, fue refundado como Rangers FC en Tercera.
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